Archivo diario: 25 enero, 2007

Triunfó el Estado de Derecho

jesus.JPG Jesús Salamanca Alonso

No podía ser de otra forma. El Pleno de la Audiencia ha estado a la altura de la seriedad que se le supone, además de responder al sentir de la ciudadanía. Al menos eso parece ser la voz de la calle y “a la calle no hay quien la calle”. También Internet está difundiendo lo que el ciudadano pedía: entre las numerosas encuestas revisadas, ni una sola da mayoría a otra opción que no sea la continuidad de José Ignacio de Juana Chaos en prisión.

Una vez más el Estado de Derecho ha salido a flote. ‘Montesquieu’ ridiculiza a Zapatero cada vez que éste se desvía de la senda democrática. La ciudadanía cada vez cree menos en embaucadores, encantadores de serpientes y vulgares mentirosos. Y menos aún en opiniones partidistas; entiéndase las referencias al tema por parte de Manuel Chaves y otros ‘contrafuertes’ del partido.

Se supone que el entorno abertzale entablará el correspondiente recurso de súplica, porque numerosas opiniones del partido socialista han puesto sobre la pista a los defensores proclives a la liberación o a la prisión atenuada. Aún recuerdo a un director general de la Consejería de educación de la Junta de Castilla y León que prohibía a sus técnicos salir a los medios de comunicación, bajo permanente amenaza, porque decía que con sus opiniones daban pistas al enemigo; es decir, a los sindicatos y al principal partido de la oposición en la comunidad. Pues algo parecido ha hecho Manuel Chaves, solo que a las claras y sin prohibiciones.

La moraleja que sacamos del acuerdo adoptado por los magistrados de la Sala de lo Penal es que el Estado de Derecho vuelve a estar a salvo; no se cede ante el chantaje ni la mentira; cuatro de los dieciséis votos del Pleno de la Audiencia son una preocupación para la ciudadanía, hasta que podamos leer cada voto particular; el infantil desliz de petición del fiscal respecto a recluir al etarra en “prisión atenuada en domicilio con vigilancia”; la reacción de la violencia callejera y la posibilidad de un nuevo atentado.

Una resolución contraria a la adoptada hubiera generado alarma social. Sería motivo para que otros presos siguieran el mismo camino; la siniestra abertzale hubiera celebrado el fallo, como De Juana Chaos brindaba cada vez que la banda creaba más y más víctimas; el Estado de Derecho hubiera degenerado en un ‘Estado de desecho’; seguramente hubiera supuesto un triunfo para el presidente Zapatero – aún bajo el síndrome de Estocolmo –, pero un fracaso para la democracia.

La decisión de José Ignacio de Juana Chaos debe respetarse. Ni está tan grave, ni los médicos que le atienden tienen derecho a crear innecesaria alarma social. Es de dominio público que también ahora sigue dieta blanda. Eso no es huelga de hambre. Es la tercera vez que intenta engañar a los medios de comunicación y a los ciudadanos.

El preso De Juana Chaos representa el concepto de lucha armada para la banda, mientras esté en prisión. Fuera del ‘trullo’ es un estorbo, material quemado para el mundo abertzale y un peligro para el Estado de Derecho. El odio que almacena es directamente proporcional a su capacidad de hacer mal. Está perfectamente donde está.