La formación profesional
Extractos de un artículo publicado en Cinco Días y en El País Negocios el 16 de septiembre de 2012.
La fuerte tasa de abandono escolar en España y los errores cometidos a la hora de organizar la FP en nuestro país han llevado a que actualmente haya 11 millones de trabajadores españoles sin ningún tipo de cualificación, al tiempo que se calcula que hacen falta al menos 1,4 millones de nuevos graduados para cumplir con las necesidades del mercado laboral español en los próximos años.
En el Consejo de Cámaras apuntan que el Ministerio de Educación apenas ha tenido en cuenta los resultados de un estudio llevado a cabo por esta institución hace unos dos años y que destacaba los principales problemas que tenía el sistema y el modo de corregirlos. Aspectos, explica Huergo, «como el lentísimo desarrollo y puesta en marcha de la ley de 2002, hasta el punto de que 10 años después muchos aspectos de la misma sigan sin desarrollarse, la obsolescencia de muchas titulaciones o las dificultades para revisarlas rápidamente y adaptarse así a las necesidades de la empresa». Pese a que el Consejo de Cámaras envió el documento a todas las instancias pertinentes, al Servicio Público de Empleo o a Educación, «no se logró absolutamente nada. Todo siguió como estaba» dice.
[¿Y dónde esta este informe? Porque en el sitio del Consejo de Cámaras no hay forma de encontrarlo.]
Está claro que con la formación profesional hay que hacer lo siguiente:
- Desarrollar la ley de 2002.
- Fomentar la actualización permanente de las enseñanzas, en cuanto a profesores, material y prácticas. Por ejemplo, así.
- Adaptar al mercado los alumnos admitidos en cada titulación, aumentando aquéllas para las que hay demanda y reduciendo las que no tienen salida.
- No permitir la trampa de que un alumno estudie una titulación sin salida. Si no hay trabajo en la profesión que un alumno elegiría «por hacer algo», es mejor que curse otra donde sí lo hay.
- Coordinar a los centros de formación profesional con las empresas: invitar a dar prácticas en los centros a trabajadores de las empresas; si es conveniente, convencer a las empresas para que vendan a bajo precio o donen la maquinaria recién sustituida o material ligeramente defectuoso para que los alumnos puedan hacer prácticas lo más parecidas posible al trabajo real.
- Crear un sistema de colaboración y favores mutuos entre cada centro de formación profesional y las empresas cercanas. Por ejemplo, cenas semestrales. Por ejemplo, grupos en Facebook donde las empresas podrían escribir qué ofrecen, sus necesidades… y los centros leerlo.
Ante el desempleo juvenil una formación dual #
El paro juvenil en España es el más alto de la UE, superior al 50% frente a menos del 8% en Alemania. ¿Nadie se ha preguntado cómo es posible? Simplemente el sistema de acercar la juventud a un trabajo cualificado ha fallado estrepitosamente durante décadas y está fallando en la actualidad.La formación profesional en las escuelas de FP está enfocada excesivamente a la teoría; lo que no garantiza ni puede satisfacer las necesidades reales de las empresas. Generalmente un curso de dos años no supera los tres meses de práctica en empresas que quieran hacerse cargo de los alumnos. El enfoque debe de ser a la inversa o sea, clasificar los oficios y compaginar con clases teóricas en escuelas de FP. Según categoría: de dos a tres años como aprendiz en la empresa y semanalmente un día en la escuela. El aprendiz recibe durante este periodo una compensación económica, cotiza a la Seguridad Social y adquiere más ventajas sociales y económicas.Los sindicatos están en contra de este sistema por el peligro, según ellos, de crear mano de obra barata. Pero no hay más opciones a elegir. Esto está avalado por una experiencia de más de 40 años en Alemania y en otros países. Resultado: paro juvenil muy bajo, gente joven bien preparada, contribuyente y consumidora, entre otras cosas.