La operación, que provocará el cierre de oficinas, pone fin a 34 meses de duras negociaciones
En esta cifra se incluyen las aportaciones para el canje de los híbridos (preferente y subordinada) después de que el 60,4% de los minoristas que en su día compraron estos productos hayan aceptado la operación propuesta por Unicaja. Con este dinero, la entidad también tendrá que afrontar los eventuales ajustes con la Sareb por los activos que Caja España traspasó en su momento al banco malo y, sobre todo, deberá afrontar la reestructuración de oficinas y el ajuste de plantilla, que es la partida que acapara la mayor parte de los fondos.
Todas estas ayudas son inferiores al 1% de los activos ponderados por riesgo de Caja España, que es el límite que ha impuesto Bruselas para las inyecciones de capital público en las entidades, han añadido fuentes conocedoras de la operación. El dinero se suma a los más de 1.000 millones de ayudas públicas que ya ha recibido Ceiss.
La firma supondrá el cierre de 34 meses de negociación, lo que la convierte en la más larga de la reforma financiera. El acuerdo se espera que se haga público en las próximas horas, aunque todavía falta el visto buenos de los consejos de administración de las dos entidades. Lo más probable es que digan que sí, ya que la compra cuenta con el aval de los máximos ejecutivos. Tras la operación ya solo quedarán en manos del Estado Bankia, Catalunya Caixa y BMN, ya que estas tres entidades cuentan con una mayoría de capital público en su accionariado.