El Fondo de rescate europeo no llega para el colchón que precisa España. La suspensión de pagos de España está al caer. Esto ya no hay quien lo sujete. Nos han engañado desde el Gobierno; primero fue Solbes, después el propio Zapatero, posteriormente la actual ministra de Economía. Hasta Joaquín Almunia, hoy vicepresidente de la comisión europea y comisario de la competencia, ha dicho que «España carece de solvencia». Pero ha ido más lejos: «lo estamos viendo en cómo reaccionan los mercados ante la deuda pública española o la deuda privada de empresas o entidades españolas».
La quiebra de la economía española ya no ofrece dudas. No hay más que profundizar en las razones de mercado de Credit Dfault Swaps (CDS). Por lo visto se precisa con carácter de urgencia un amplio seguro que cubra las anunciadas pérdidas procedentes de impagos (default), en el supuesto de que el Gobierno socialista español incumpla «las promesas anunciadas en mayo, no aplique nuevos recortes y no ponga en marcha las serias y profundas reformas estructurales de liberalización precisas para impulsar el crecimiento».