Por Xavier Carrió.- La ministra Salgado presentó en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado para 
2011, que serán aprobados gracias a las concesiones al PNV, como ha ocurrido en los tres últimos años donde este gobierno no hace más que tapar agujeros y rectificar todos los días según se van produciendo los acontecimientos. Podría haberse suprimido este requisito. Ellos tampoco pretenden cumplir estos presupuestos y ven en ello una simple formalidad por lo que seguirán gastando el dinero en sus caprichos hasta que no quede un euro, mintiendo a nuestros socios hasta la saciedad. Ellos no piensan rectificar.
Este presupuesto nos muestra un panorama desolador donde la mitad del mismo se va a dedicar a pagar los intereses de la deuda, que no para de crecer y las prestaciones de desempleo, previendo nuevas subidas de impuestos y unos recortes muy importantes en servicios básicos como infraestructuras, sanidad, educación o justicia, nada encaminado en impulsar la creación de puestos de trabajo que reduzcan la delirante cifra de casi cinco millones de parados. Todo ello a cambio de mantener intocable todo este tinglado inútil e insostenible de un Estado de Autonomías con sus respectivas Diputaciones, Fundaciones, Sindicatos, Cineastas, Empresas Públicas, Consorcios, ONGS o tinglados varios, donde el dinero se despilfarra, y que solo sirve para comprar el voto socialista.
El día después del paripé de la «huelga general» dedicada a mostrar la «dureza» de las medidas económicas de este Gobierno a los mercados internacionales, Sindicatos y Gobierno ya han vuelto a aparecer juntos para dejar en la nada la timida reforma laboral que no ha convencido a nadie, vease la rebaja de «Moodys» sobre la deuda española, nadie a la vista que tenga intención de invertir en nuestro pais, así seguirán cerrando empresas y saliendo al extranjero nuestros mejores cerebros a la busca de mejores expectativas.
Vivimos en un país increible, pero no desde el sentido festivo de la palabra sino por la falta de credibilidad que este Gobierno al mismo tiempo ante los foros internacionales y ante los sufridos ciudadanos, que vemos con consternación cómo cambia datos, manipula cifras, oculta información y monta comedias como la huelga general, para seguir manteniendo el poder unas semanas más. El resumen de la situación es que en este mundo globalizado, nadie tiene confianza en la política ecónomica del gobierno de Zapatero, por lo que para fechas muy próximas podemos vernos en situaciones muy graves y la vuelta a la recesión pura y dura, mientras que todos nuestros vecinos están remontando el vuelo.
