Otra vez le han vuelto a engañar. Al pobre Juan Vicente le han planificado los presupuestos para la comunidad y la fatalidad ha hecho que se la hayan vuelto a meter doblada, como a buen soltero aturdido y desmemoriado.
Desde Silván hasta Mateos, pasando por la cocinera («Guisasola») y Silvia Clemente hasta Villanueva, todos le toman el pelo. Antes solo eran los directores generales (sobre todo los de la Consejería de Educación) quienes le ‘canturreaban’, ahora casi todos han perdido la vergüenza y la mayoría se mofan de él entre bambalinas. ¡Pobre Juan Vicente, qué buen vasallo si no estuviera rodeado de tantos ínclitos descontrolados e indignos aprovechados!