Archivo mensual: mayo 2007

ETA: La zorra en el gallinero

perio5.jpg Jesús Salamanca

La resolución del juez Garzón, respecto a Acción Nacionalista Vasca, no ha sentado nada bien dentro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La indignación ha alcanzado el grado de cabreo; máxime, en un momento en que empiezan a oscurecerse todos los indicadores del presidente Rodríguez. El malestar tal vez hubiera quedado en eso, en simple malestar, si la resolución hubiera procedido de otra instancia; pero, tratándose del juez ‘estrella’, el sentimiento de indignación se ha agudizado ante la pérdida de credibilidad que se ha ganado por parte de la ciudadanía. Llueve sobre mojado.

El fecundo trabajo de la Guardia Civil y de la Policía, durante tanto tiempo, debería ser más respetado por todas las instancias gubernamentales y judiciales. Hasta el CNI tiene algún mérito, aunque menos. Parece que el informe que ha llegado a manos de Garzón se ha reducido a un ‘cuento’ de unos pocos folios, llenos de ingratitud y olvido hacia el trabajo de las instancias aludidas. La parte seria de quienes forman la Seguridad del Estado, y no nos referimos precisamente a Joan Mesquida ni Antonio Camacho, se llevan las manos a la cabeza al comprobar que sí está suficientemente probada y documentada la relación de ANV-Batasuna-ETA.

Se sospecha que los ocho o nueve folios del informe son un mal resumen y una peor síntesis de la realidad; es decir, lo que viene llamándose un “filtro político”. Algo así como una vulgaridad para consumo interesado. Lo que aún no se entiende es que a estas alturas, y después de tantas incidencias, Francia siga sin aclarar el contenido de las numerosas pruebas documentales sobre los acuerdos y negociaciones con la banda.

ETA ha aportado suficientes pruebas sobre cómo iba a actuar Batasuna. El objetivo era un partido “tapadera” que no estuviera ilegalizado. La zorra se ha instalado en el gallinero y no precisamente en alquiler. ANV no es más que un peldaño de la estrategia que el juez de turno no ha sabido ver. Y si lo ha visto, pero lo ha ignorado, es innegable una actitud colaboracionista con quien no debe y que puede traducirse en sangre. Demasiada tela por cortar. Ahora más que nunca, buena parte de la ciudadanía añora la seriedad y el rigor de Fernando Grande-Marlaska.

Si el jefe de ETA, Mikel Antza, y el dirigente de Batasuna, Gorka Murillo, han conseguido tejer una tela de araña simple y el juez de turno se ha enredado en ella, a saber cómo lo estarán celebrando los líderes abertzales. De todos es sabido que Gorka elaboró las listas de ANV en Navarra y se conoce desde hace semanas. De la misma forma que Antza eligió las siglas de ANV como formación “cazuela” o “tapadera”, dato también conocido; pero no suficientemente valorado.

Ambos datos los ha tenido el juez en sus manos y el Ministerio del Interior no es ajeno a ello. Es justo en este punto donde debe cumplirse la Ley de Partidos, “en su letra y en su espíritu”, como dijo el presidente Rodríguez en Navarra. Pero, ¿Quién se fía ya de Rodríguez?

La esperanza está en el regreso de Grande-Marlaska. Mientras algunos jueces generan desconfianza en el administrado, Fernando Grande-Marlaska se ha convertido en “El deseado”, tras sus actuaciones del verano pasado y la labor seria y rigurosa que está llevando a cabo en el País Vasco. Casi tan deseado como lo era Fernando VII para el pueblo español, mientras permaneció ausente de España y en manos de Napoleón.

Manifestación abertzale

 

ANV: Paraguas de Batasuna

perio5.jpg Jesús Salamanca barrena.jpg Pernando Barrena

 

El fiscal general del Estado se encuentra en una situación un tanto incómoda. Sabe que Acción Nacionalista Vasca es la principal baza de Batasuna y ETA; aunque a veces da la impresión de que no se entera de nada o no le conviene enterarse, con el fin de no molestar a su ‘señor’. ANV es algo así como el mirlo blanco de toda la izquierda abertzale y el fiscal general conoce lo que se juega el presidente Rodríguez en este envite.

De nada sirve que el paraguas de la banda y de su brazo político repudie la violencia en sus estatutos. Que se sepa, aún no ha rechazado ni condenado la violencia callejera y tampoco el atentado de la T-4 de Barajas. Va a resultar que sus estatutos, más antiguos que la alpargata madrileña, serán decisivos para acceder a las instituciones públicas, recibir todo tipo de ayudas o subvenciones y regodearse de haber echado un órdago al Gobierno, con fatales consecuencias para la ciudadanía. Y mientras tanto, personajes como De Juana Chaos observan sonrientes, complacientes y crecidos en su autoestima al comprobar la poca astucia de un Gobierno errante y a merced de los violentos.

Hay contradicciones que no encajan. Mientras Batasuna parece que va a estar representada en los comicios y, por tanto, en las instituciones, nuestro desorientado presidente Rodríguez recuerda el obligado cumplimiento de la Ley de Partidos. A buenas horas mangas verdes, que diría el más agudo. Es ahí, en ese tipo de contradicciones, donde Rodríguez nos muestra su deficiente autoestima y sus fundados miedos. Ni el Ministerio Fiscal va a conseguir convencernos de las bondades de Batasuna, ni la Abogacía del Estado sabrá ‘vendernos la burra’ de la independencia de ANV.

Considerar la idea de que el pueblo puede creerse todo un escenario de estupideces es muy peligroso, porque quien las dice tiene su propia adjetivación. Bastantes de esos escenarios ha sembrado el inquilino de Moncloa. El ciudadano cada vez es más consciente de que ANV tiene una clara ubicación y una indiscutible inclinación pro-abertzale. Solo Baltasar reniega de la identificación de lo abertzale con ETA, Batasuna y ANV; pero en el pecado lleva la penitencia. Decía Khalil Gibran: Guardadme del hombre que dice: “Soy el candil que ilumina el camino de la gente”; pero acercadme a aquel que busca el camino a través de la luz de la gente.

Intereses daltónicos de Izquierda Unida

anonimo.jpg El Criticón de Cuéllar verdes.jpg

Estos Turbulentos días de precampaña electoral, iba caminando con un par de amigos por las calles de mi cuellarana villa cuando, tras observar pegados juntos en un muro los carteles de dos de las formaciones participantes en los inmediatos comicios – PARTIDO ECOLOGISTA DE LOS VERDES e IZQUIERDA UNIDA-LOS VERDES -, uno de mis acompañantes manifestó: “Estos de Izquierda Unida están tratando de confundir al personal asumiendo un ‘apellido’ que no les corresponde pues, si de lo que se trata es de dar colorido a la ‘fiesta’, fieles a sus tradicionales posicionamientos deberían haberse postulado como IZQUIERDA UNIDA- LOS ROJOS”.

El que suscribe, siempre bien dispuesto, hasta el punto de dudar, en su ingenua beatitud, incluso de aquello que suscribió el canciller teutón Bismarck de que “nunca se miente más que antes de unas elecciones, durante una guerra y después de una cacería”, le quiso corregir, alegando que tan equívoca circunstancia bien podía deberse a alguna suerte de daltonismo anímico, mal de nuevo cuño, cuyo origen pudiera ser nuestra efímera participación en la guerra de Irak, como, de haberse hallado entre nosotros proclamaría, sin duda, el gran Pepino Blanco, fiel custodio, a la par que infalible intérprete del ingente catálogo de plagas que tal conflicto ha traído al sufrido pueblo español.

El otro que venía con nosotros, a la sazón un poco poeta, y a quien ninguna de ambas opiniones satisfacía, trató de desengañarnos de nuestras erróneas apreciaciones, argumentando que la novísima afición de los inefables “camaradas” por la clorofílica tonalidad, no tenía más objeto que, en aras de la más pura estética, mimetizarse con los amenos prados y la lujuriosa vegetación, en general, de la estación primaveral en la que nos encontramos.

Yo, la verdad, no sería capaz de precisar dónde puede llegar, en su querencia por lo verde, nuestra vieja “vanguardia del proletariado”; ahora bien, no me sorprendería que llegase el día en que, para ser miembro de la coalición IZQUIERDA UNIDA, constituyera requisito indispensable pertenecer al glorioso Cuerpo de la Guardia Civil, pese a las más que ‘tirantes’ relaciones que, hasta no hace mucho tiempo mantenían los componentes de esa fuerza política con la Benemérita Institución.

El Criticón de Cuéllar

NOTA: Artículo cedido por el autor.

Batasuna: El mundo al revés

perio5.jpg Jesús Salamanca hasier-arraiz.jpg Hasier Arraiz

Batasuna se había hecho ilusiones con las candidaturas de ANV; pero cada día su alegría merma un poco más. Esa jovialidad de ellos es nuestro sufrimiento. La formación abertzale lo quiere todo. No parece admitir limitaciones. Pero también es verdad que todo lo confunde. Una prueba de ello es que está ‘encendida’ contra el Gobierno, puesto que éste se había comprometido a ceder más, mucho más, según ellos. Recalco lo de ‘según ellos’.

La siniestra abertzale ha cometido muchos errores y cada día que pasa se evidencia que está dispuesta a seguir cometiendo más. Uno de ellos es atribuirse la representación del pueblo vasco. Generaliza de tal forma que ‘desbarra’ en pensamiento y obra. “La paciencia de la sociedad vasca ante las agresiones antidemocráticas no es ilimitada”. ¿A qué sociedad vasca se refieren? Si las agresiones son del entorno abertzale hacia la España democrática, no tiene sentido la afirmación de Hasier Arraiz, miembro de la Mesa Nacional de Batasuna. Se sienten agredidos cuando la Justicia persigue a quienes cometen delitos de sangre, extorsión y amenazas. El mundo al revés.

Desde el entorno de batasuna se considera muy grave el proceso de ilegalización de Acción Nacionalista Vasca. Tan grave que el citado Arraiz no ha dudado en aludir a ello como “un atentado criminal contra la democracia”. De nuevo, el mundo enrevesado: La actuación de la Justicia resulta que es un atentado; pero los atentados de la banda asesina, contra la legalidad vigente, son meras acciones armadas apoyadas por el pueblo vasco para lograr su independencia. Ni los más estúpidos del lugar.

De esa gente me preocupa una cuestión más: Han advertido a nuestro presidente Rodríguez que ha llegado “al borde del abismo”. Tal crudeza, con categoría de amenaza, lleva a pensar que el presidente ha criado cuervos, pero los carroñeros no dudan en actuar contra él y lo que representa. Una vez más se cumple el refrán, pero no por eso Batasuna deja de ver el mundo al revés.

 

Los políticos, un problema añadido

perio5.jpg Jesús Salamanca mikel-antza.jpg «Mikel Antza»

No me ha sorprendido un titular de prensa de hace unos días, reseñando que Rosa Díez se planta “ante esta gente que nos gobierna”. Esta mujer es la elegancia hecha bondad y educación, porque el concepto “gobernar” no creo que sea propio de los adláteres que presuntamente colaboran con banda armada. Se nos tachará de ‘rojos’ por tal aseveración, pero nadie ha podido demostrar que no haya existido esa negociación y colaboración tras la documentación incautada a Mikel Antza y lo que hoy se sabe de las intenciones de Gorka Murillo.

Nadie se cree ya que el Ministerio del Interior no tenga pruebas suficientes para recurrir y echar abajo todas las listas que se presentan bajo el paraguas de ANV y que son Batasuna y ETA. A estas alturas de la película del ‘proceso Rodríguez’ no puede haber un solo nudo sin atar y, si existiera, sería una prueba más de la incompetencia propia de un Gobierno a la deriva, acorralado por sus propios actos, sufridor de sus compromisos y sospechoso a los ojos de la ciudadanía no adicta, ni próxima al ‘pesebre’.

Lo que parece más difícil de entender es que el Gobierno haya dejado muchas de las actuaciones en manos de segundones; aunque cuanto hace referencia a la negociación ha estado en manos de auténticos chapuceros. ¿Qué pinta un maltratador de género, condenado por ello, negociando con Josu Ternera y familia? En este momento, el atemorizado presidente Rodríguez apenas es dueño de sus silencios, porque ha sido descubierto en sus mentiras; pero sí es esclavo de sus palabras, negociaciones, compromisos y falsedades.

La encuesta del CIS reseña que los políticos son un problema para la ciudadanía. Nunca se había dado esa afirmación, hasta ahora. Perdón, sí salió dicha cuestión en otra ocasión y fue durante la última legislatura del ex presidente González, don Felipe, coincidiendo con la fuerte ola de corrupción que afectó a muchas instituciones y arrastró al socialismo hacia las cloacas del embuste, el atrincheramiento de la negación permanente y el insulto indiscriminado.

Tal apreciación del ciudadano medio se incrementa cuando comprueba que hasta la policía está molesta con el Ministerio que dirige Rubalcaba, por la absurda orden de elaborar un documento unificado para Garzón. Documento que ha servido para que Baltasar se autoridiculice al incidir en que no observa “ni el más mínimo indicio de pertenencia, integración, vinculación orgánica, ni siquiera temporal o transitoria”. Debe entenderse que esa afirmación se refiere a ANV con la banda asesina, Batasuna y el entorno abertzale.

Estoy seguro que cuando al ciudadano le preocupan los políticos, según la encuesta del CIS, también está pensando en quienes quitan chinas del camino para que el Gobierno se recree en sus actos; es decir, en quienes olvidan a Montesquieu e intentan pasar por encima de la división de poderes. Hace unos años, Alfonso Guerra nos metió el miedo en el cuerpo cuando dijo aquello de “Montesquieu ha muerto”. Parece que algunos vuelven a las andadas.

FOTO: Miguel Albizu Uriarte («Mikel Antza»)