Archivo mensual: junio 2007

Misión de paz en la guerra

perio5.jpg J. Salamanca libano.jpg Líbano

Misión humanitaria y apoyo son los decorados del Gobierno Rodríguez para teñir lo que es una “misión de guerra”. Las guerras y las barbaridades que acompañan a éstas cambian con los tiempos y los escenarios; aunque las muertes siempre llevan a lo mismo: dolor, odio, llanto, desolación y sufrimiento. Eso se agudiza cuando la pérdida de un hijo, hermano o familiar se ve acompañada del vacío que supone tener un Gobierno huidizo ante las desgracias, cobarde en la desdicha y ruin en la prevención del riesgo permanente en los escenarios de guerra.

El debate político y social se incrementa cuando se descubre que un Gobierno abandona a sus Fuerzas Armadas a la suerte del riesgo evidente. Todas las ‘pelotas’ que Rodríguez arrojó contra el frontón del Gobierno cuando era oposición, el frontón – que no es otro que el destino – se las devuelve. La inexperiencia y la torpeza de un presidente como Rodríguez se pagan; máxime, cuando le atenazan sus propios complejos y el atolondrado ‘buenismo’. El presidente del Gobierno está en fuera de juego cada vez que un triste acontecimiento acaece en esta España nuestra: lo está tras los sucesos del Líbano; lo estuvo tras el atentado de Barajas; lo está cada vez que GARA ‘habla’ y lo padeció ante el triste suceso de Afganistán.

El odio que aventó contra Aznar por la foto de las Azores y cuanto sucedió más tarde, debe asumirlo como presidente tras la triste noticia del atentado de Líbano. Las guerras no son mejor o peor por producirse en un punto u otro del Globo, ni es ético utilizarlas como ‘lanzadera’ contra el oponente; son guerras y, por el hecho de serlas, hay que evitarlas a toda costa. Ni ‘pintaba’ nada nuestro ejército en Irak – aunque estuviera a mil doscientos kilómetros del frente – ni ‘pinta’ nada en Afganistán o Líbano, donde sí están en medio del riesgo. Es preciso que se explique con urgencia el presidente Rodríguez en el Congreso. Pero vamos más allá ¿sabe la ONU hacia dónde va en sus misiones de paz?

En zonas de guerra, aunque las misiones se llamen “de paz”, la propia ONU debería obligar a los Estados a que envíen material que evite riesgos innecesarios al personal. Cierto que no evitará “accidentes” o atentados, pero al menos garantizará un alto grado de protección. ¿Y si los Gobiernos no se atreven a incrementar los presupuestos de Defensa? Cuando se necesita habilitar créditos extraordinarios, se hace y punto. Tampoco estaban previstos el accidente del “Prestige” ni el fuego que asoló Galicia y se aprobaron créditos nuevos, porque lo dictaba la propia necesidad. Se hizo con urgencia y sin complejos.

No hay duda que los nervios y la incompetencia atenazan al Gobierno Rodríguez. La ministra de Fomento se enfada con los periodistas, porque carece de respuestas ante la evidencia. De la Vega ‘jura en Arameo’ y se harta de dar la cara. El ministro Alonso se come el “marrón” del Líbano, ante el silencio del gafe que acompaña al presidente. Las dudas se han disipado en las últimas semanas: el inicio del fin del ‘período Rodríguez’ se abre paso, a pesar de que el Partido Popular no sabe canalizar la opinión de la calle ni cuenta con ‘tramoyistas’ que le hagan el trabajo menos limpio.

Crédito agotado de Rodríguez Zapatero

perio5.jpg Jesús Salamanca etazapatero.jpg ETA-ZP

Pero, hombre, Mariano, solo faltabas tú para redondear el coso. No me refiero a Mariano Rajoy, sino a Mariano Fernández Bermejo. Ahora resulta que también le dejan hablar al nuevo ministro y fiscal aplaudidor de los atropellos ‘zapateriles’. ¿Pero no era este ‘mandao’ el que utilizaban para azuzar al PP? ¿No era este ministro el que achuchaban al partido del otro Mariano para amedrentarlo y mantenerlo a raya? Pues también es de los que opinan que el diario proetarra, GARA, es un extraño que siempre miente. ¿En qué quedamos — Mariano, Fernández y Bermejo — miente siempre o cuando conviene?

“Sólo nos referimos a la prensa que merece confianza”, ha dicho don Mariano, Fernández y Bermejo. Tan creíble como si lo hubiera afirmado Pepiño’ Blanco, don José, o el ‘comunicador’ del NO-DO, procomunista y especializado en insultar a minusválidos, López y Garrido. Lo que es difícil de entender es que antes no mentía, pero ahora que cuenta por seriales el proceso de negociación entre la banda asesina y el Gobierno parece que sí que miente. A pesar del confusionismo que reina en el ministro de Justicia, me asalta una duda: ¿Quién miente más, el presidente Rodríguez o GARA? ¿Quién cree el señor ministro que tiene más credibilidad de los dos entre la ciudadanía, en este momento?

Si tanta seguridad en lo que hace tiene el Gobierno ¿Por qué pidió disculpas a la banda asesina tras las detenciones efectuadas durante el alto el fuego? Cuando el ínclito ministro ‘bien mandao’ dijo aquello de “que dejen ya de decir mentiras” ¿A quién se refería? ¿Se dirigía a ETA o se refería a los otros ‘mandaos’ de Rodríguez que han ofrecido por su cuenta prebendas y promesas a la banda etarra? Posiblemente se lo decía a Eguiguren, a Moscoso o a alguna de las otras cuatro personas que han ‘txikiteado’ y tonteado con la banda.

Y si Bermejo esconde las orejas por miedo a meterse en camisas de doce ojales, Rosa Díez exige al Gobierno socialista que se explique de forma “clara y veraz”. La seriedad de las atrocidades que dice GARA pone de manifiesto hasta qué punto Rodríguez ha consentido el menosprecio al Estado de Derecho y a los ciudadanos. En mensaje de la eurodiputada socialista no tiene dobleces, ni persigue malmeter al Gobierno: “ETA no tiene que mentir porque no se presenta a elecciones, porque no tiene ningún honor que proteger con su mentira».

Algo tiene que decir el presidente cuando recobre la respiración, tras la atenta y parsimoniosa lectura de GARA. El diario proetarra está obligado a aportar pruebas escritas y éstas deben empezar a aparecer ya, antes de que desde el Gobierno enmarañen la situación y hagan desaparecer las existentes. Y si GARA miente o falsea, el Gobierno de Rodríguez tiene que utilizar al ‘mandao’ para que cierre el diario. Sería el único caso en que la libertad de expresión no se juega nada. Para echarse a temblar.

Si vergonzoso y despreciable es que al presidente le dicten la expresión “accidente” para referirse a los atentados, tan despreciable y ruin es que el comunicado de Rodríguez a los españoles, en un pasillo del Congreso, lo concibiera y redactara ETA. Y más despreciable aún que, para salvar la cara, echen la culpa de las detenciones a “los jueces afines al PP”, poniendo a miembros de la Judicatura como diana para la banda. Actitudes como las indicadas contribuyen a labrar el desprecio de los ciudadanos a su Gobierno.

Es para pensar que el presidente está enfermo o le tienen atrapado por las perneras. El Gobierno cada vez tiene menos recorrido con los ciudadanos, más cuestiones pendientes con la banda asesina y menos compromiso con la democracia. Lo difícil empieza ahora, justo en el momento en que Rodríguez se ha quedado sin credibilidad, sus ministros explican lo que no hacen y Fernando Moraleda vende humo negro.

Cartas marcadas

perio5.jpg Jesús Salamanca eta6.jpg ETA

El presidente del Gobierno tarda demasiado en dar la cara. GARA sabe el camino para hacer daño y lo va a contar todo, con especial atención a las intervenciones de Eguiguren. El diario proetarra se lo está tomando en serio, no deja de dar detalles y juega con cartas marcadas. Ahora mismo Rodríguez está aguantando el chaparrón, sobre todo desde que se comprueba que el Gobierno y ETA reanudaron las negociaciones tras el atentando de Barajas. Tres meses antes, Rodríguez Había declarado roto el proceso y eliminado todo contacto con la banda asesina.

Todas las sospechas de la ciudadanía se están confirmando, con el agravante de que el presidente del Ejecutivo negó en todas ocasiones que se estuvieran celebrando encuentros con ETA. Negación de la que hicieron uso reiterado el ministro del Interior y la vicepresidenta del Gobierno. La conclusión no ofrece dudas: o están descoordinados entre los miembros del Gobierno o la mentira y el engaño son estrategia y metodología de trabajo para el Ejecutivo. Apenas tres meses después del “accidente” de la T-4, el Gobierno decidió reiniciar el ‘proceso Rodríguez.

Volvemos a apreciar engaño cuando ETA alude a los “dos principios consensuados en 2005”. Esos principios eran el “acuerdo político” y la “distensión bilateral”. En ambos casos, el presidente Rodríguez estaría desactivando el Estado de Derecho, por cuanto la citada distensión implicaría que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado miraran para otra parte y la Fiscalía se dedicara al juego del parchís, mientras el entorno etarra campaba a sus anchas. ¡Menuda hoja de ruta para Rodríguez!

Lo que menos le preocupaba al Gobierno era el desarme de ETA. En esta cuestión parece que los enviados por José Mª Aznar iban en la misma línea. Mientras los políticos elegidos por el pueblo no quieren que se desarme ETA (“No se pide un desarme”), quien pone el poder en sus manos repite constantemente la necesidad de que ETA entregue las armas y cumpla íntegras las penas. Una de dos: sobra el pueblo o sobran este tipo de políticos. Y como el primero es el depositario de la soberanía nacional, está clara cuál es la parte desechable.

También sorprende el afán del Gobierno por conseguir el comunicado de ETA a toda costa, a cambio de “legalizar a la izquierda abertzale y reactivar la búsqueda del acuerdo político”. A cualquiera se le ponen los pelos de punta. ¿Pero es que alguien le ha dicho al Ejecutivo que el Estado de Derecho está en venta? ¿En qué enfermizo mercadeo se ha metido Rodríguez? Si ya es una aberración la propia negociación — tal y como se ha hecho — ese tipo de canjes, acompañado de oscuros y vergonzosos compromisos sacan a la luz el ‘pelaje moral’ de los negociadores y de quienes las apoyan.

Si Rosa Díez ha dicho que el presidente debe explicarse largo, tendido y con claridad, otros muchos socialistas de su entorno ven en Rodríguez un personaje enfermo, sonado y asustado. Seguramente en este momento no acude al Congreso a dar explicaciones porque sabe que carece de la credibilidad necesaria entre la población, así como que GARA es más creíble que el Gobierno. Triste para todos, pero ahí están los hechos. La escena habla y hasta los ‘titiriteros’ callan.

Rodríguez es consciente de que es presidente por accidente y de que por un “accidente” pueden ponerle ‘de patitas’ en la calle, de ahí que todas las pretensiones de sus enviados vayan encaminadas a retrasar las “acciones violentas de ETA. Extrañas pretensiones, cuando lo que procede es derrotar a la banda y que el cese de atentados sea de una vez y para siempre.

Dicta ETA, escribe Rodríguez

perio5.jpg Jesús Salamanca eta.jpg ETA

El Gobierno socialista no se harta de mentir a la ciudadanía. Empieza a dar la sensación de que todo está siendo una gran mentira en estos tres últimos años, mientras obedece al terrorista, ‘camea’ con el verdugo y vuelve la espalda a la víctima. El presidente Rodríguez arrastra una irreparable falta de credibilidad y, además, la ha extendido a todo su gabinete y a su partido. Acaba de demostrar GARA que el Ejecutivo y ETA lo han pactado todo, desde las fichas hasta el cubilete, así como que Rodríguez ha hablado en numerosas ocasiones al dictado de la banda asesina. Ni siquiera podemos presumir del prestigio de nuestro presidente de Gobierno. Sus engaños y desmentidos crecen en número. Y van…

Rodríguez ha incurrido en una vulgaridad, impropia de un presidente de Gobierno, como es acordar compromisos de índole política. Algo así como negociar de Estado a Estado, lo que supone un desprecio a la ciudadanía, al Estado de Derecho y al sentido común. Después de tal atropello resulta más fácil creer a GARA que al Gobierno. De ahí las numerosas miradas de reojo que ha sufrido Rodríguez en Bruselas. Europa no perdona a quien ‘amamanta’ a una serpiente asesina y negocia o establece garantías con banda armada. Y eso el presidente Rodríguez no lo ha advertido ahora por primera vez, sino que lo viene sufriendo desde que apadrinó la internacionalización de la banda ETARRA y movió los hilos de la Embajada de España para que ETA fuera vista y presentada en ‘atractivos colores’.

Hay que resaltar que, como de costumbre, Europa incurre en una tremenda contradicción: por un lado, sospecha del presidente Rodríguez y le recrimina su actuación en cuestiones como el terrorismo y la inmigración y, por otra parte, sigue hablando en sus comunicados de “grupo español independentista” para referirse a ETA.

Pero volvamos a GARA. Reseña con detalle la colaboración y mediación de la organización internacional especializada en resolver conflictos. Es evidente que lo de “especializada” hay que ponerlo en duda, entre interrogaciones y en cuarentena pues, de haberlo sido realmente, debería conocer que ETA estaba acorralada en 2002, como consecuencia de la política antiterrorista del Gobierno Aznar y por la ayuda exterior.

Llegados a ese punto de desconocimiento, la supuesta organización “especializada” ha contribuido a que ETA se envalentone, a que el Gobierno la trate de igual a igual y a que recupere muchos medios materiales para matar, formación de sus cuadros de asesinos y lo que nunca tuvo: la sensación de que la banda es respetada por el Gobierno, así como que es una organización democrática que lucha por la paz.

Dios los cría y ellos se juntan. Malos compañeros de viaje elige Rodríguez y no mejores son los compromisos, aspiraciones, proyectos y perspectivas. El pescado está vendido y todo lo que sea prorrogar innecesariamente elecciones es ir contra los intereses del Estado de Derecho y a favor del irresponsable provecho propio.

Senadores ‘novilleros’

perio5.jpg J. Salamanca escudero.jpg Pío García

Un nutrido grupo de senadores ‘novilleros’ no se toman su trabajo en serio. Si a ello añadimos que el Senado dice muy poco a los ciudadanos y que la Constitución no le otorga un papel destacado, la institución va a servir más para hacer chistes estivales que para elevar su papel institucional.

El vocablo ‘novillero’, en su acepción más coloquial, se refiere a alguien que deja de asistir a alguna parte contra lo debido o acostumbrado. Y eso es lo que han hecho varios senadores ‘novilleros’ del Partido Popular. Tal actitud debe cambiar por muchos motivos. Sobre todo porque cuesta mucho mantener el Senado, como para que un grupo de irresponsables se lo tome a chirigota; porque el pueblo ha otorgado su voz y confianza a unas personas a quienes se les supone responsabilidad y crédito, hasta que han demostrado que carecen de ambas virtudes; porque su elevado sueldo, múltiples complementos y cheques de viaje son para tomarse en serio el poco o mucho trabajo que deban desempeñar; porque es su trabajo y a él se deben, como el resto de los ciudadanos se deben al suyo.

El despiste, o desinterés, de siete senadores y los consentidos permisos a otros quince, han dejado con las posaderas aireadas al principal partido de la oposición, además de permitir que el pleno del Senado aprobara el techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado para 2008 y el acuerdo para lograr la estabilidad presupuestaria para el período 2008-2011. Durante el próximo trienio, entre todos pagaremos el fuerte incremento de gasto que supone el compromiso contraído por el Gobierno Rodríguez con las comunidades ‘hambrientas’ de independentismo, protagonismo y autogobierno, en detrimento de las más españolistas, menos vocingleras y más solidarias. No hay duda que la lección recibida le habrá enseñado a Mariano Rajoy que ese no es el camino y que no puede seguir contando con irresponsables, ni con políticos ‘novilleros’ ni con desinteresados representantes de la ciudadanía.

Muchos de los senadores populares que asistieron al pleno del Senado han calificado la actitud de sus compañeros como lamentable, indecente, irresponsable y digna de dura sanción. Calificativos que se han multiplicado en todos los medios de comunicación y entre la propia ciudadanía. La indignación ha alcanzado niveles preocupantes, hasta el punto de que se está pidiendo por distintos conductos que se sancione a quienes se escaquearon “sin causa justificada”. Y, por supuesto, tampoco se entiende qué hacían los senadores de Castilla y León o Madrid en sus parlamentos autonómicos con la holgada mayoría absoluta que tiene su partido en esas comunidades. Si Mariano Rajoy quiere dar muestras de responsabilidad, no procede incluir en próximas listas electorales a quienes abanderan la irresponsabilidad y la dejadez. Ni siquiera la inauguración de las nuevas Cortes de León y Castilla era motivo de ausencia ante la importancia de lo que se decidía en el Senado.

Si la fama de los senadores es la que es, a partir de ahora habrá que ‘echarlos de comer aparte’; sobre todo a los quince consentidos que se encontraban en los actos de constitución de los Parlamentos autonómicos o en la investidura de Aguirre, en Madrid. ¿Tan importante era su presencia en las Cortes de su comunidad? Pues, no. Sinceramente, no. Ya tendrán tiempo a lo largo de la legislatura de asistir y visitar los parlamentos autonómicos, donde su labor es de comparsa, ‘riegracias’ y protocolo puntual de cafetería.

 

Comunidad Autónoma de León

perio5.jpg Jesús Salamanca leon.jpg León, sin Castilla

Cada vez es más frecuente escuchar el viejo dicho de “métete en tus cosas y deja las de los demás”. Un equivalente es aquello de “barre tu casa y deja que el vecino barra la suya”. Eso mismo es lo que deberían hacer, respecto a los temas leoneses, el presidente, Juan Vicente, y su todavía lugarteniente, Fernández Mañueco. La cuestión clave en el cruce dialéctico ha sido el acuerdo entre PSOE y UPL para que ocupe la alcaldía de León el socialista Francisco Fernández.

Con la cuestión leonesa se están sacando las cosas de quicio. Las opiniones se han recrudecido y lo único que están consiguiendo es crispar más el ambiente. Juan Vicente Herrera, presidente del Partido Popular en Castilla y León, considera que es grave el cuestionamiento del actual mapa de la comunidad. Por ello, no se ha conformado con pedir explicaciones al principal partido de la oposición, sino que “exige que se defina si está a favor o en contra de la alianza leonesista que se ha plasmado en la capital leonesa”.

Sabe el presidente que existe un fuerte malestar por lo sucedido entre los propios socialistas. Prueba de ello es que militantes de prestigio no entienden el ‘ramalazo’ del PSOE para con la UPL. Tomás Rodríguez Bolaños y Demetrio Madrid han levantado la voz y, sin duda, no son ni serán los únicos en mostrar su contrariedad; máxime, cuando hace apenas un par de meses se aprobó el Estatuto de Castilla y León, con el consenso de todos los grupos políticos y todos los sectores sociales. Un Estatuto al que, incluso, alabó el presidente Rodríguez, a la vez que le otorgó todo tipo de bendiciones. El citado apoyo del presidente fue por propia iniciativa y a la totalidad del Estatuto.

El PSOE debería dar una explicación, antes de que aumente la crispación. No es de recibo que comience una nueva legislatura con bronca permanente y confusión añadida. Las comunidades autónomas no deben ser copia del caos y desorientación que ‘alumbra’ al Gobierno Rodríguez.

La intervención de Herrera pidiendo explicaciones hay que verla como un intento de encontrar luz entre la confusión y los públicos enfrentamientos socialistas en la comunidad, como la llamada al orden del secretario general, Ángel Villalba, al presidente del PSOE en Castilla y León, el ínclito y admirado Tomás Rodríguez Bolaños.

El presidente del Gobierno central está obligado a dar una explicación, aunque sea por simple ética política. El señor Villalba, jefe de la oposición, también debe hacerlo para evitar el actual confusionismo y la idea de desunión en las filas socialistas. Por otra parte, no estaría de más que si el PSOE apoya todas las pretensiones leonesistas, presentara una nueva propuesta en las Cortes y en el Congreso, con el fin de que se retire el texto consensuado del referido Estatuto, al que los socialistas otorgaron su apoyo.

Lo comprometido entre UPL y PSOE no parece que sea compatible con el Estatuto en trámite, de ahí que no deba demorarse la clarificación de posturas por el bien de la convivencia y las perspectivas de futuro. Otra cuestión bien distinta es que cada vez sean más los castellanos y leoneses que anhelan la urgente existencia de dos comunidades autónomas. Posiblemente, cada vez tenga menos sentido mantener unidas a León y a Castilla. Dos no pueden trabajar juntos cuando no se entienden, la unión es artificial y, además, sus intereses son dispares. No hay motivo para dejar de pensar en el futuro. Al igual que a Thomas Jefferson, a la mayoría nos gustan más los sueños del futuro que la Historia del pasado.

Suspensos de Juan Vicente Herrera

perio5.jpg Jesús Salamanca herrera4.jpg J. V. Herrera

No es de extrañar que el presidente del Partido Popular de Castilla y León esté preocupado por los derroteros que empieza a tomar la comunidad en la que seguirá siendo presidente, al menos durante los próximos cuatro años. No hay duda que su partido ha perdido poder político en las grandes ciudades, aunque lo haya compensado en poblaciones menores.

El partido gobernante en la comunidad ha perdido las alcaldías de Soria y León. No ha sido capaz de desbancar al PSOE del gobierno municipal en Palencia y Segovia. Y en Zamora, la alcaldía queda prendida con alfileres, donde Rosa Valdeón Santiago gobernará en minoría, siempre pendiente de los caprichos de ‘niño consentido’ de ADEIZA o, simplemente, de que se le crucen ocasionalmente los cables.

En la ciudad zamorana no es de recibo la actitud de ADEIZA, quien llegó a decir que ‘Pepiño’ Blanco había prometido firmar el compromiso, con lo que “habría un tripartito con PSOE e IU”. Ni la formación zamorana sabía de qué hablaba, ni ADEIZA quería ni tenía interés en la alcaldía zamorana y dudo que el bachiller ‘Pepiño’ Blanco supiera dónde está Zamora. Es sospechosa y reprochable la actitud de ADEIZA que ha hecho “pasar las de Caín” a todos, pecando de pardillo, jugando con los intereses de Zamora y recordándonos al perro del hortelano.

A la vista de todos los resultados en las ciudades de León y de Castilla, Zamora y la actual situación de la capital leonesa centran todo el interés político en lo que a la constitución de los Consistorios se refiere. León y Zamora son los dos grandes suspensos de Juan Vicente Herrera, mientras que la claridad de resultados pro-PP en Ávila, Burgos, Salamanca y Valladolid hace que estas cuatro provincias pasen a un segundo plano de interés ciudadano.

En Zamora apenas se entiende la situación que se ha dado. La actual alcaldesa fue ‘desterrada a su tierra’, procedente del Ejecutivo regional. Calificada por los analistas como “La Joya de la Corona” del Gobierno Herrera, incomprensiblemente le asignó el presidente un destino poco grato para los próximos cuatro años. De nada sirvieron los consejos de sus cercanos, los artículos en defensa de su capacidad de trabajo, la puesta en marcha de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y la gestión de Valdeón Santiago. Juan Vicente Herrera parecía tenerlo decidido y se imponía la defensa de otro personaje – en este caso “personaja”, como diría la ministra Carmen Calvo –, también eficaz en la gestión, pero agarrotada ante la fuerte crisis del partido en su tierra segoviana.

Tremendo error del presidente Herrera Campo que, sin importarle el sufrimiento personal y político de Rosa Valdeón, no ha resuelto los problemas del Partido Popular zamorano, aunque sí ha agudizado los del partido en Segovia. Le ha sucedido lo que al avicultor que según va cogiendo pollos nuevos, se le escapan los que tenía entre sus brazos.

Y si Zamora es la asignatura que a Juan Vicente le queda para septiembre, León será la asignatura que lleve pendiente durante varios años; aunque es de suponer que acabe aprobándola, sobre todo si quien será nuevo alcalde leonés se empeña en poner burdos y absurdos ejemplos como comparar lo que llama la futura autonomía leonesa con la caída del muro de Berlín: “Quién les iba a decir en Alemania que el muro de Berlín se iba a tirar”. Pensamientos tan poco consistentes como éste ponen en evidencia el seguimiento histórico del dirigente socialista y nuevo alcalde de León, Francisco Fernández, ha hecho de la Historia Contemporánea. Parece ser que solo él estaba convencido de que esa situación no podía cambiar.

Ahora la cuestión leonesa está en que se aclaren entre ellos mismos. Tanto UPL como PSOE cuestionan el mapa autonómico. Los primeros ya lo hicieron dentro de su coherencia. Pero los segundos siguen dando palos de ciego o saltando inexistentes regatos, además de ser el vivo ejemplo del ejército de Doroteo Arango; defienden cuestiones contradictorias, según sean planteadas en León, en el nivel autonómico o en el nacional. Siguen el ejemplo del presidente Rodríguez, del súbdito Pérez Rubalcaba, del incendiario ‘Pepiño’ y del aventador López Garrido. No es de extrañar que Juan Vicente Herrera pida seriedad a los socialistas, que cada vez se parecen más a la gata ‘Flora’: si la follan, grita, y si no la follan, llora.

Para echarse a temblar

perio5.jpg Jesús Salamanca pizarro.jpg M. Pizarro

Muchos españoles sentimos preocupación cada vez que hace declaraciones el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Joan Mesquida. Casi tanta preocupación como cuando hace inventadas afirmaciones el presidente Rodríguez, gafe allí donde participa y estratega de la mentira en cumbres, congresos, foros y demás eventos de carácter social, político y económico.

Ha aprendido del maestro, tanto cuando se refiere a ETA, como cuando alude a Manuel Pizarro. En ambos casos titubea y baja la mirada, símbolos inequívocos de inseguridad, pasividad y embuste; aunque también es propio de quien intenta digerir un “marrón” que a otro corresponde. Y es que el director general se encuentra atrapado entre dos problemas: ETA y Pizarro.

Respecto a la banda asesina, el diligente Mesquida ha reconocido, por fin, que sí tiene ETA capacidad operativa, e incluso que puede “inflingirnos dolor”. Ya era tiempo de que usara las gafas de ver, porque durante la tregua trampa negó por activa y por pasiva que ETA estuviera formando a sus cuadros e introduciendo armamento en España. Pero el colmo de la obediencia al jefe fue negar que los zulos aparecidos estuvieran destinados a guardar armas o explosivos. Alguien debió apuntar a Joan Mesquida que, puesto que era Navidad, estaban destinados a guardar guirnaldas, bombillas de colores, matasuegras y chiflas bullangueras.

Oyéndole hablar en la cadena Ser, parece que hasta entiende de seguridad del Estado; no obstante, sigo pensando que es un peligro para la misma. Se sabe toda la retahíla de conceptos teóricos, como los acólitos conocen la letanía diaria: unidad de la política antiterrorista, colaboración entre Estados, capacidad operativa, alertas de seguridad; eliminación de toda publicidad que se refiera a la banda,…Todo ello cierto, pero puesto en polvorosa durante la tregua trampa, pues de otra forma no se entendería la mano blanda con De Juana, las ‘carantoñas’ al “hombre de paz”, el ‘encariñamiento’ del fiscal general con ANV, el atentado “accidente”, los chivatazos al grupo de extorsión etarra, el descenso en el número de arrestados,… En fin, para soliviantar al más templado.

Y como no era suficiente el juego dialéctico de nuestro gafe de seguridad estatal, asume un segundo “marrón” en el espionaje a Manuel Pizarro. Es más, dice que los agentes estaban realizando “otro servicio importante”. Vamos que, como decía un importante diario digital: “Los pillan espiando a Pizarro y no saben qué hacer”. Para echarse a temblar, sobre todo si se utilizan agentes pagados por el Estado para controlar a los ciudadanos, en beneficio de un partido. Nos recuerdan tiempos ominosos donde se pinchaban teléfonos, se insultaba al disidente y se rescindían comisiones de servicios a los más críticos y menos dóciles. ¿A dónde nos llevan por este camino?

Para “comerse el marrón” es el cargo ideal, dada la escasa credibilidad que atesora de cara a la ciudadanía. Tan poca como su jefe de filas, el presidente Rodríguez, tras alegato de bienestar en vísperas de año nuevo. Pero sigue habiendo dos claras contradicciones. Por un lado, si los agentes descubiertos dependen del Centro Nacional de Inteligencia, ¿qué pinta Mesquida dando explicaciones? Por otro lado, si el CNI depende del ministerio de Defensa y Mesquida depende de Interior, ¿qué pinta Mesquida hablando de lo que desconoce? La única explicación lógica que encuentro es que los espías eran guardias civiles, pero se identificaron como agentes del CNI.

Castilla y León: Trabajo serio en educación

jesus1.JPG Jesús Salamanca guisasola1.jpg A. Guisasola

La Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, en colaboración con el Ministerio de Educación y Ciencia, se ha propuesto impulsar la formación profesional, con el fin de lograr una relación precisa entre la actual demanda del alumnado que cursa estas enseñanzas y la inserción laboral real de las distintas familias profesionales. El hecho de que colaboren las Cámaras de Comercio y numerosas entidades empresariales, además del propio MEC, pone de manifiesto que la cuestión va en serio, por lo que hay que felicitar al consejero Francisco Javier Álvarez Guisasola; a cada uno lo suyo, aunque suene a pedantería, admiración o colaboracionismo. En este caso, nunca más lejos de la realidad; máxime, cuando ha recibido las críticas que ha merecido en temas no suficientemente tratados, aprovechados o resueltos.

Actualmente existe un importante desajuste entre la demanda empresarial y la oferta formativa de la Consejería. Ese desajuste requiere un tratamiento preciso, urgente y sin más demora. Existe una clara inclinación hacia unas familias profesionales, mientras hay un evidente rechazo hacia otras. Más que rechazo es, simplemente, una falta de demanda. Lo curioso del caso es que aquellas ofertas formativas que tienen menos demanda son las que aportan con más facilidad un puesto de trabajo. Éste es un dato repetido desde hace varios años y que, con ligeros cambios, se ha mantenido hasta hoy. No hay más que ver el Anuario Estadístico, las estadísticas de la Junta de Castilla y León, las correspondientes al Ministerio de Educación y Ciencia y las propias de algunos centros educativos que realizan seguimiento a su alumnado, una vez finalizados los estudios correspondientes.

Insisto en que las que menos demanda tienen son las que posibilitan mayor integración laboral. Es una ‘cantinela’ completamente cierta y en la que se viene insistiendo desde la propia Dirección General de Formación Profesional e Innovación Educativa. Casi siempre presentan los mismos datos, mismos inconvenientes y los mismos problemas, lo que ha hecho que la ciudadanía deje de prestar atención a razonamientos excesivamente repetitivos. Pero no hay que dejarse llevar solo por los datos, sino que sigue siendo fundamental aquello de “obras son amores”.

En este momento el consejero de educación progresa adecuadamente. No hay lugar para poner en duda la impecable actuación del actual consejero de educación – aunque parece que los méritos intentan colgárselos otras personas de inferior nivel en la estructura jerárquica de la Consejería –. Una prueba de ello son las medidas a realizar que se recogen en el convenio de colaboración, en materia de formación profesional, entre Castilla y León y SAGE SP, S.A., firmado hace un año aproximadamente. Dichas actuaciones tienen como base los cursos de formación dirigidos al profesorado de la comunidad que imparte algunos de los ciclos formativos pertenecientes a las familias profesionales de Comercio y Marketing y Administración.

Nadie pone en duda la estructuración de la formación profesional en Castilla y León. Durante los últimos ocho años se ha configurado una estructura digna de tener en cuenta, aunque se hayan abandonado otros aspectos del sistema educativo, como la educación de personas adultas, la educación a distancia, imprecisión de los ámbitos territoriales de EPA en muchas provincias, tardío y absurdo Reglamento Orgánico de Centros, convenios entre la Junta e Instituciones Penitenciarias y la creación de centro propio en este tipo de instituciones -– caso de la comunidad de Madrid y Navarra –, cuyo profesorado fue transferido a la Junta y a quien se le ha dejado de lado, por absurda dejadez, desconocimiento de los responsables de la Consejería y temor a afrontar las nuevas situaciones surgidas tras la asunción de competencias educativas.

Mentiras y deslealtad del M.E.C.

perio5.jpg Jesús Salamanca merche-cabrera.jpg M. Cabrera

No nos llamemos a engaño. No nos vamos a poner a la altura del País Vasco o Navarra en un sin fin de temas que afectan al propio sistema educativo. En estos momentos, las comunidades citadas sí son ‘bandera’ a seguir en el ámbito educativo, por sus planes de mejora, su investigación y desarrollo, iniciativa pública y privada, además de por su envidiable inversión.

No todo es tan sencillo en el ámbito educativo. También hay infinidad de complicaciones, ‘desamores’, engaños y zancadillas. De ahí que el ínclito consejero de educación de Castilla y León, Francisco Javier Álvarez Guisasola, haya acusado al Ministerio de Educación y Ciencia de deslealtad con las comunidades. Tal deslealtad es mayor aún en las comunidades gobernadas por cuadros del partido Popular. Lo vemos en muchos temas de calado y es fruto de la inseguridad manifiesta del propio Ministerio de Educación y Ciencia y de su situación ante muchas comunidades autónomas y en muchos temas de calado. Esa situación es la de ser vagón de cola, con pocas perspectivas de ganar posiciones, cuando debería ser locomotora educativa para todas ellas, tanto las gobernadas por el PP como aquellas donde el PSOE ha logrado formar gobierno.

La actual ministra de educación, Mercedes Cabrera, “se ha pasado tres pueblos”. Y el consejero de educación de Castilla y León — sabe más el diablo por viejo que por diablo, dicho sea con todo el respeto — le ha dicho que es desleal con las comunidades autónomas y, a la vez, le ha llamado mentirosa, dado que el Gobierno ha remitido comunicado a la Junta acusándola de haber esperado a la víspera electoral para dar a conocer el desarrollo de los currículos de la Ley Orgánica de Educación.

La Ley Orgánica de Calidad Educativa (LOCE) -– eliminada por el MEC socialista tan pronto como llegó al poder -– fue más lógica y minuciosa al planificar una clara temporalización, cosa que no ha hecho la Ley Orgánica de Educación (LOE). Así, la LOCE contemplaba hasta quince meses para que las comunidades presentaran los desarrollos curriculares, en tanto que la LOE plantea que se elaboren en cinco. Al parecer el MEC prefiere el trabajo atropellado al trabajo sensato y planificado.

El Ministerio de la señora Cabrera sigue diciendo verdades a medias, como asegura Álvarez Guisasola; ya que no cumple el calendario previsto. Después de haber analizado con minuciosidad sus declaraciones, comprobamos que es cierto cuanto asegura el consejero, puesto que los decretos que deberían haberse publicado antes de terminar el año 2006, según la ley, se han publicado en 2007. Otra cuestión es el decreto regulador del bachillerato, del que aún nada se sabe, excepto del borrador que ‘levantó en armas’ a la población, a las asociaciones y a la ciudadanía responsable. Asunto que también ha soliviantado al ínclito consejero, por lo que ha invitado a la ministra Cabrera a que “sea diligente y publique el decreto de bachillerato”, en vez de mentir constantemente y tergiversar la realidad.

Y como parece que lo de mentir va por barrios, si bien el presidente Rodríguez lleva a todos bastante ventaja, dejaremos para otro momento las medias verdades de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, en temas de educación de personas adultas, educación a distancia, formación del profesorado, atención a la diversidad, sustituciones al profesorado, incumplimiento de la orden sobre permisos durante las campañas electorales, manifiesta descoordinación entre provincias y de éstas con los servicios centrales,… Temas, entre otros, donde nos hemos quedado a mitad de camino respecto a otras comunidades autónomas, aunque se nos pinten las paredes de color de conveniencia.