Archivo diario: 4 mayo, 2007

ANV: Paraguas de Batasuna

perio5.jpg Jesús Salamanca barrena.jpg Pernando Barrena

 

El fiscal general del Estado se encuentra en una situación un tanto incómoda. Sabe que Acción Nacionalista Vasca es la principal baza de Batasuna y ETA; aunque a veces da la impresión de que no se entera de nada o no le conviene enterarse, con el fin de no molestar a su ‘señor’. ANV es algo así como el mirlo blanco de toda la izquierda abertzale y el fiscal general conoce lo que se juega el presidente Rodríguez en este envite.

De nada sirve que el paraguas de la banda y de su brazo político repudie la violencia en sus estatutos. Que se sepa, aún no ha rechazado ni condenado la violencia callejera y tampoco el atentado de la T-4 de Barajas. Va a resultar que sus estatutos, más antiguos que la alpargata madrileña, serán decisivos para acceder a las instituciones públicas, recibir todo tipo de ayudas o subvenciones y regodearse de haber echado un órdago al Gobierno, con fatales consecuencias para la ciudadanía. Y mientras tanto, personajes como De Juana Chaos observan sonrientes, complacientes y crecidos en su autoestima al comprobar la poca astucia de un Gobierno errante y a merced de los violentos.

Hay contradicciones que no encajan. Mientras Batasuna parece que va a estar representada en los comicios y, por tanto, en las instituciones, nuestro desorientado presidente Rodríguez recuerda el obligado cumplimiento de la Ley de Partidos. A buenas horas mangas verdes, que diría el más agudo. Es ahí, en ese tipo de contradicciones, donde Rodríguez nos muestra su deficiente autoestima y sus fundados miedos. Ni el Ministerio Fiscal va a conseguir convencernos de las bondades de Batasuna, ni la Abogacía del Estado sabrá ‘vendernos la burra’ de la independencia de ANV.

Considerar la idea de que el pueblo puede creerse todo un escenario de estupideces es muy peligroso, porque quien las dice tiene su propia adjetivación. Bastantes de esos escenarios ha sembrado el inquilino de Moncloa. El ciudadano cada vez es más consciente de que ANV tiene una clara ubicación y una indiscutible inclinación pro-abertzale. Solo Baltasar reniega de la identificación de lo abertzale con ETA, Batasuna y ANV; pero en el pecado lleva la penitencia. Decía Khalil Gibran: Guardadme del hombre que dice: “Soy el candil que ilumina el camino de la gente”; pero acercadme a aquel que busca el camino a través de la luz de la gente.

Intereses daltónicos de Izquierda Unida

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Estos Turbulentos días de precampaña electoral, iba caminando con un par de amigos por las calles de mi cuellarana villa cuando, tras observar pegados juntos en un muro los carteles de dos de las formaciones participantes en los inmediatos comicios – PARTIDO ECOLOGISTA DE LOS VERDES e IZQUIERDA UNIDA-LOS VERDES -, uno de mis acompañantes manifestó: “Estos de Izquierda Unida están tratando de confundir al personal asumiendo un ‘apellido’ que no les corresponde pues, si de lo que se trata es de dar colorido a la ‘fiesta’, fieles a sus tradicionales posicionamientos deberían haberse postulado como IZQUIERDA UNIDA- LOS ROJOS”.

El que suscribe, siempre bien dispuesto, hasta el punto de dudar, en su ingenua beatitud, incluso de aquello que suscribió el canciller teutón Bismarck de que “nunca se miente más que antes de unas elecciones, durante una guerra y después de una cacería”, le quiso corregir, alegando que tan equívoca circunstancia bien podía deberse a alguna suerte de daltonismo anímico, mal de nuevo cuño, cuyo origen pudiera ser nuestra efímera participación en la guerra de Irak, como, de haberse hallado entre nosotros proclamaría, sin duda, el gran Pepino Blanco, fiel custodio, a la par que infalible intérprete del ingente catálogo de plagas que tal conflicto ha traído al sufrido pueblo español.

El otro que venía con nosotros, a la sazón un poco poeta, y a quien ninguna de ambas opiniones satisfacía, trató de desengañarnos de nuestras erróneas apreciaciones, argumentando que la novísima afición de los inefables “camaradas” por la clorofílica tonalidad, no tenía más objeto que, en aras de la más pura estética, mimetizarse con los amenos prados y la lujuriosa vegetación, en general, de la estación primaveral en la que nos encontramos.

Yo, la verdad, no sería capaz de precisar dónde puede llegar, en su querencia por lo verde, nuestra vieja “vanguardia del proletariado”; ahora bien, no me sorprendería que llegase el día en que, para ser miembro de la coalición IZQUIERDA UNIDA, constituyera requisito indispensable pertenecer al glorioso Cuerpo de la Guardia Civil, pese a las más que ‘tirantes’ relaciones que, hasta no hace mucho tiempo mantenían los componentes de esa fuerza política con la Benemérita Institución.

El Criticón de Cuéllar

NOTA: Artículo cedido por el autor.