Archivo diario: 12 enero, 2007

Optimismo de Rodríguez Zapatero

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El mal llamado “proceso de paz” mantiene el ánimo optimista en el presidente Rodríguez Zapatero. Parece que en este momento es de los pocos optimistas en este asunto, aunque cada día que pasa hace dudar más a todos sobre si estará correctamente asesorado e informado de lo que realmente está sucediendo.

Los últimos acontecimientos acaecidos incrementan esas dudas, y no menos preocupaciones ciudadanas, hasta el punto de pensar si el presidente sabe hacia dónde se dirige. El robo de las pistolas en vísperas de la puesta de largo etarra en Europa, el descubrimiento reciente de los zulos, la colocación de artefactos explosivos en Navarra, el robo de vehículos en Francia y las amenazas armadas a ciudadanos en el país vecino ponen en entredicho las pretensiones gubernamentales. Muchas veces, un optimista como Zapatero es un pesimista rodeado de aduladores; aunque el refrán verdadero reza que “un pesimista es un optimista bien informado”. De estos últimos cada vez hay más. De los otros, cada vez van siendo menos.

Si el terrorismo es la tercera preocupación de la ciudadanía, según revela el CIS, estamos ante una desvirtuación del optimismo presidencial. Respecto al citado optimismo es frecuente oír que el mismo es solo de Rodríguez Zapatero y no de todos los miembros de su Gobierno; aunque den la imagen que se les exige. Ni don Alfredo, ni López Aguilar, ni Alonso, ni la vicepresidenta — los cuatro elementos de más peso en el actual Gobierno – creen en un desenlace feliz del falso y manoseado ‘proceso de paz’. Y semejante creencia existe en el PSOE, donde ni siquiera el bachiller ‘Pepiño’ ve salida del ‘lodazal’ en el que se ha metido su jefe. Al igual que destacados militantes del partido ponen en duda ese optimismo del presidente, sin saber por dónde saldrá al final y cómo salvará la cara.

En ámbitos que el presidente desconoce se tiene tanta o más información que Presidencia sobre el falso ‘proceso’; incluso, me atrevería a decir que más que los propios Servicios de Inteligencia del Estado. Es evidente que el bachiller ‘Pepiño’ no forma parte de dichos SIE, aunque por un momento llegó a desconcertar al personal y, posiblemente, a si mismo.

Desde el entorno etarra se le ha pedido al Gobierno que cierre la bodega, porque el último carral se ha agotado. Lo que no se entiende es el motivo por el que el Ejecutivo ha ocultado la información. ¿Será que no lo ha entendido correctamente? Sin mesas, sin Navarra, sin perspectivas de autodeterminación y sin amnistía de presos no hay partida. Pérez Rubalcaba y ‘el bachiller’ eran quienes más miedo tenían a un final así. Hay cañas que se vuelven lanzas y tortazos que se reciben de rebote.

ETA no quiere perder protagonismo y menos ante un Gobierno que considera débil y con poco peso en el exterior. Se han cerrado muchas puertas de golpe. En este momento hay dos acontecimientos que pueden alterar la situación: la evolución de Ignacio de Juana Chaos y la respuesta a la convocatoria de la Udalbiltza, suspendida en su día por Baltasar Garzón, para la asamblea que se celebrará en la primera quincena de enero, en San Juan de Luz. A la vuelta de la esquina espera el nuevo año y ambas partes saben que habrá sorpresas, si tras cada acción hay reacción en el otro lado. Al tiempo.

Catedrático de la estupidez

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Volvemos al principio. Claro que sí. Pero al principio anterior al 24 de marzo. Hay que recomponer el Pacto Antiterrorista. En este momento, lo que debe preocupar al ciudadano es lo que están tramando Batasuna, Askatasuna y Etxerat para la primera quincena de enero. ¿Es que alguien duda que Garikoitz Azpiazu haya brindado tras los sucesos de Barajas? Los enemigos de Azpiazu (‘Txeroki’) son el españolismo y el Gobierno de España, una vez que ha comprobado la dependencia que tiene Rodríguez Zapatero del ‘proceso’. Ese proceso al que los ‘colmillos retorcidos’ más afines al ‘zapaterismo’ y al ‘amarillismo mediático’ vienen calificando de ‘paz’.

El tiempo acaba poniendo a cada uno en su sitio. Rodríguez Zapatero ha demostrado que no tiene visión de Estado; que gobernar se lo ha tomado como un juego; que su torpeza ya no es disimulable y que sus asesores son una ‘peña’, por no decir una banda, para que no haya confusiones con la otra: la que miente, extorsiona y mata. El presidente ha hecho perder a la ciudadanía demasiado tiempo fuera del Pacto Antiterrorista. Un presidente así no puede ser desaprovechado por Paco Ibáñez en las historietas de Mortadelo y Filemón.

La actuación del presidente en temas de terrorismo, durante estos tres últimos años, ha sido para ‘enmarcar’, pero en el trastero. Y no menos despreciables son los planteamientos de Otegi en su rueda de prensa. No tienen desperdicio: ¿Qué es eso de que Batasuna mantiene abiertos los canales de comunicación? ¿Otra vez está llamando a Zapatero para jugar al pacto? A Otegi le interesa sortear sus procesos pendientes con la Justicia, para que no le olviden como a los presos etarras, principales destinatarios de la ‘peineta’ por parte de la ciudadanía vasca y española.

Es una pena tener que ‘arar con estos bueyes’. La culpa del atentado y de las muertes solo es de ETA; pero con un presidente así, el alfarero más tonto acaba haciendo ingeniosos pucheros. Catedrático de la estupidez, saltimbanqui de la insolidaridad, dinamitero del sentido común, arquitecto de la ignorancia, tozudo, asustado, chulo, vanidoso,… y, en este caso, tonto también. Al pobre Zapatero le han engañado como a un pulgarcito. Lo más grave: no sabe la que se le viene encima tras la reunión de toda la siniestra abertzale el 6 de enero. Al fin y al cabo también son marxistas,…. ¡primos carnales!

Querido presidente: La ciudadanía no te puede perdonar que hayas resucitado al monstruo. Desde muchas instancias ya se reclama que pidas perdón, hagas las maletas y consideres agotada la legislatura; aunque muchos pensemos que hay otras soluciones. Es más, en tu terruño vallisoletano y leonés, se suele decir que “cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. Podrás comprobar que no es preciso esperar demasiado. Al tiempo.

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¡Mienten otra vez!

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Se ha apuntado que a Pérez Rubalcaba, presunto incrédulo y ministro del Interior, le ha tocado bailar con la más fea. Con la cara de poema que tenía en la rueda de prensa, dudo que se le acercaran las guapas. En algún momento debió invadirle el recuerdo de otros ominosos hechos del ‘tardofelipismo’ o de momentos más recientes. Muchos proyectos se le han ido de las manos, después de lo que ha luchado para que Zapatero se acordara de él tras el 14-M.

Cuando se miente hay partes del cuerpo que no reaccionan con naturalidad. A unos les invaden los sudores, en otros aparecen ‘tics’ y, en los más, la cara se alarga, mostrándose blanquecina y alargada ante la audiencia. Hace poco decíamos que a Felipe González le traicionaba la mirada cruzada cuando mentía; a Zapatero los movimientos descoordinados de manos y cabeza, mientras que a Rubalcaba es la cara; sí, un rostro ‘cariacontecido’ que habla sin que se le pregunte. Que nadie lo dude: Rubalcaba volvió a mentir; aunque esta vez nadie haya dado la orden del “¡Pásalo!”, lo que demuestra un equilibrado sentido de Estado por parte de Rajoy.

Decir que el ministro del Interior no intuía, ni sospechaba, lo que podía pasar antes del diez de enero es rizar el rizo sin necesidad. Si es cierta esa afirmación, alguien debe explicar el motivo por el que dio la orden de reforzar Madrid en numerosos puntos, acudiendo, incluso, a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de otras provincias. No nos creemos que se haya dicho toda la verdad. Faltan datos que en la oposición no se sospechan, ni se concretan. El presidente no puede seguir más tiempo escondiendo sus temores, como desde Interior no se puede trabajar con tanta parsimonia pasadas más de veinticuatro horas del atentado, ni Joan Mesquida puede seguir jugando con el avestruz.

De momento, Zapatero ha perdido todo el margen de maniobra, pero la tozudez y torpeza del presidente le han llevado a mantener abiertas algunas puertas. Los miedos son los miedos y sabe lo que se juega. Como sabe que muchos que viven alrededor del poder le están llamando estos días de todo menos guapo, porque son conscientes de la que se les viene encima. No es fácil subsistir a la intemperie del poder.

Hay torpezas que nunca se justifican ni disculpan, y mucho menos cuando todos tiran hacia un lado y uno solo con sus afines lo hacen hacia otro. El presidente ha sido la primera víctima del atentado; su defunción política es un hecho que solo se alargará durante las vacaciones navideñas. No solo deberá pedir perdón por su torpeza, sino que aún debe aclarar qué es esa fantasmada de la ‘suspensión’. ¿Es que aún piensa seguir en el poder para reintentarlo? Puede encontrarse con que la ciudadanía se plante en el “¡No pasarán!”. Es cuestión de tiempo, de muy poco tiempo.

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Presos etarras

prd4.JPG El chantaje de los violentos, utilizando la violencia callejera, no ha dado resultado. A más violencia etarra, más desprecio social. Ha quedado claro que el Gobierno no debe desbloquear nada, ni siquiera iniciar actuaciones de las que deba arrepentirse después. No hay nada que tratar con la banda, excepto la rendición y la entrega de las armas. Con asesinos y extorsionadores no se pacta, ni se negocia. Dialogar, sí, y mucho, pero para fijar día, hora y lugar para la entrega de las armas y pedir perdón a la sociedad española.

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