A veces lee uno noticias que le sorprenden. Y en los últimos meses las más llamativas son aquellas que tienen que ver con la presunta o supuesta crisis. Como lo leen. Demasiada gente empieza a creer que eso de la crisis es un anuncio publicitario mientras el Gobierno gana tiempo para ‘barrer‘ las arcas del Estado.
Dicen que la crisis aprieta y que más del 70% de la ciudadanía afectada por el presunto paro aceptaría cualquier trabajo. Tal afirmación queda en mera estadística, porque es imposible que sea verdad. Ni aceptaría cualquier trabajo ni aceptaría cambiar de ciudad o de comunidad con tal de trabajar. Nos toman el pelo, igual que nos lo tomó el actual presidente del Gobierno en la negociación con ETA y durante el período de la tregua-trampa.
Hace unas semanas pudimos escuchar en una cafetería cómo un parado se mofaba del Gobierno de Zapatero y bendecía el sueldo que recibía mensualmente del paro; un sueldo que le permitía cultivar sus vicios y vociferar que «en dos años no quiero ni oír hablar de trabajo: es que ni pronunciar esa palabra. Que trabajen los desgraciados que tienen empleo fijo y nos mantengan a todos. Con mi sueldo de parado me río de los curritos. Y no pienso trabajar mientras tenga cobertura económica». Como lo leen. Cada cual que piense lo que le plazca.