Archivo de la etiqueta: Foro de Érmua

“Zapatero escenificará la derrota de ETA, pero es una derrota pactada”

Inma Castilla de Cortázar, presidenta del Foro de Ermua.

-¿Está el Gobierno negociando con ETA?

-El Gobierno mantiene conversaciones con ETA que en ningún momento se han interrumpido y el presidente Rodríguez Zapatero está promoviendo una escenificación de la derrota de ETA, pactada con ETA.

-¿Qué datos o indicios tiene para concluirlo?

-La conclusión es el resultado del seguimiento cuidadoso de las entrevistas a Jesús Eguiguren, lo que Gara dice, lo que nos dicen en confianza nuestros amigos del PSE, todos los datos que aportan periodistas de investigación rigurosos, los asesores internacionales a los que se está recurriendo y –sin ir mas lejos– las declaraciones del propio presidente Zapatero… A ETA se le transmite el mensaje explícito de que “mientras maten, nada de nada, pero si no matan…”. Cuando lo que el Gobierno debería decir es que maten o no maten (porque ya han matado) se les derrotará sin contemplaciones.

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Torpezas del Estado de Derecho beneficiando a ETA

El asesino De Juana Chaos y su esposa Irati Aranzábal

El asesino De Juana Chaos y su esposa Irati Aranzábal

A veces da la impresión que quienes están obligados a defender a la ciudadanía, defienden a la banda terrorista o, al menos, ponen las cosas fáciles a ETA. Nos encontramos con que a la Asociación de Víctimas del Terrorismo le exige la Fiscalía como depósito una cantidad que ‘ahoga’ a cualquier asociación sin ánimo de lucro.

La Fiscalía ha solicitado al juez Velasco que imponga una fianza de 2000 euros a las asociaciones que pretenden querellarse contra el etarra José Ignacio de Juana Chaos. El citado juez está indagando si el terrorista cometió un delito de enaltecimiento del terrorismo con la carta que escribió y en la que enaltecía y alababa al etarra “Txomín”. Esa carta se utilizó en San Sebastián para dar la bienvenida a la libertad al multiasesino De Juana Chaos.

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Otegi y De Juana: presos protegidos

Viendo las etapas de montaña del Tour de Francia se puede comprobar que proliferan las banderas etarras reclamando el acercamiento de los presos, además de numerosas ikurriñas con la cara de alguno de los asesinos de la banda terrorista. Algo no funciona correctamente cuando las huestes abertzales de ETA campan a sus anchas sin que nadie ponga veto. Dudo que esas actuaciones se hubieran podido llevar a cabo en España, salvo en el reducto de vascongadas. Como es sabido, habitualmente actúan en grupo y ocultos tras la cobardía que caracteriza a ETA.

Desde hace algunas semanas las aguas bajan revueltas por el impacto que ha causado la pronta liberación de Iñaki de Juana Chaos. Veinticinco asesinatos a sus espaldas y va a poder cruzarse por la calle con víctimas de sus acciones criminales. Incluso, podrá discutir con ellas en la comunidad de vecinos y coincidir en el ascensor o en el parque paseando al perrito. Si eso fuera así, algo muy grave sucede en la sociedad y una enfermedad terminal afecta a la Justicia. No por eso vamos a decir lo que tan caro le costó a Pedro Pacheco, ex alcalde de Jerez, por decir la verdad en voz alta; pero nadie nos puede prohibir que lo pensemos.

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Incordio del emérito obispo Setién

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José María Setién, obispo emérito de San Sebastián

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Hace tiempo que ‘chochea’ el obispo emérito de San Sebastián, José María Setién. Después de tantos años apoyando a la banda terrorista y negándolo a la vez, ahora se atreve a publicar un libro donde equilibra el sufrimiento de las víctimas con el sufrimiento de ETA y su entorno. Una de dos: o se ha vuelto loco o piensa que los demás son analfabetos. Definir la expresión “dolor de ETA” como él lo hace, supone un atentado al sentido común y a la creencia de que el pueblo es pasivo, inculto, irresponsable y falto de reacción. Tras inclinarse hacia el lado de ETA, el de los violentos, extorsionadores y bandarras, ahora resulta que pretende hacernos ver que el “amor compasivo universal” de la Iglesia llegará a todos por igual, sin distinciones de ningún tipo y sin que existan víctimas y verdugos. No solo no ha evolucionado, sino que piensa que la sociedad va a la zaga de la Iglesia.

Al pobre obispo emérito nadie le ha leído la cartilla con claridad. Hasta el título de su libro es una preocupación y un encontronazo con el sentido común. Él lo titula “Un obispo vasco ante ETA”, cuando en realidad su postura personal y eclesiástica y, por tanto, el título debería de haber sido “Un obispo vasco contra ETA, con todas las consecuencias”. Aquí no caben medias tintas: se está con ETA o se está contra ETA. Antes de publicar Setién el libro debería de haber analizado quién está con ETA y quien defiende el Estado de Derecho.

Hay dos bandos claramente definidos: el pro etarra, donde la cabeza visible estos últimos años han sido el presidente Rodríguez, el maltratador de género Eguiguren y parte del Gobierno socialista, además de los miembros del PSE; por otro lado, construyendo y defendiendo el Estado de Derecho han destacado la AVT, el Partido Popular vasco de María San Gil e insignes figuras como el Foro de Érmua, la Fundación Gregorio Ordóñez, Regina Otaola, Carmen Gurruchaga, Isabel San Sebastián, María José Usandizaga y cuantos arriesgan su vida a diario para acabar con la banda terrorista. Evidentemente en este lado no se encuentra José María Setién, por mucho arrepentimiento que quiera mostrar.

Comprobamos que tiene muy claro cuál es el dolor causado por ETA, pero desvaría al hacer referencia al sufrimiento que padece ETA. Mientras que el dolor que causa la banda terrorista lo hace contra la voluntad de la ciudadanía y del Estado de Derecho, el que ETA recibe – si así se puede llamar – lo recibe gratuita y voluntariamente; su actitud masoquista sigue siendo inentendible para gran parte de la ciudadanía española y para la mayoría de la población vasca, como inentendible es la actitud sádica hacia los presos por parte de sus familias; más preocupadas de recibir dinero a cambio que de la liberación de los mismos; en este aspecto no hay que olvidar el fraude y el desprecio de organizaciones como Askatasuna y Etxerat, que defiende lo que conviene o interesa en cada momento, ayude o perjudique a los encausados.

No es de recibo tampoco que Setién hable de Iglesia, de paz, de concordia, de ilusión y de futuro, cuando él tantas veces ha cercenado el camino hacia todas esas posibilidades, desde el momento en que ha reconocido a los violentos y extorsionadores un mérito y una necesidad que siempre ha negado a las víctimas. Setién no es Iglesia y si quiere identificarse con la misma… ¡Me bajo, que paren el ‘tranvía’ eclesiástico que me bajo para no volver a subir! Mejor la excomunión que seguir en el bando donde pretende asentarse José María Setién. Quienes por defender el Estado de Derecho soportamos la amenaza y el insulto no podemos sentirnos cerca de don José María. Ni podemos ni consentiremos. Quienes pudiendo haber facilitado la paz han llenado de chinitas el camino, no merecen el aprecio ni la consideración. Con el desprecio van pagados. Y vamos más lejos: cuanto antes se quiten de la circulación más fluida será ésta.

Torpe e iluso no ‘cae del burro’ y habla de penas de muerte, encarcelamientos, dispersiones de presos… Para muchos ha sido una obligación leer su libro, pero lo hicimos por la necesidad de completar nuestra información sobre ETA y el entorno abertzale. Para ser claro en toda la extensión de la palabra, hay que constatar que no aporta nada nuevo. Conociéndole en su actuar y sentir, hemos leído lo que ya sabíamos y habíamos comprobado; sigue mezclando ETA, confundiendo el enfoque de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), mimando la mano dura e ignorando el amor al prójimo, la sensibilidad con el necesitado y la atención al que más sufre.

El libro del emérito Setién es más de lo mismo. Más ETA, más banda, más cariño al extorsionador y menos apoyo a las víctimas, menos compasión con el sufrimiento, menos afecto a quien sufre el dolor. Hace años, José María hablaba de libertad del pueblo vasco y del derecho a la autodeterminación. Sin embargo, fue incapaz de reflexionar respecto a que el hombre nunca ha encontrado una definición precisa de lo que es la libertad. Creía saberlo todo, pero todo en él era confusión. Algo así como el que dice que está de vuelta de todo y, si lo está, es porque jamás ha ido a ninguna parte.

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