Nunca lo dudé y ahora lo corroboro. Muchos hemos tenido que aguantar los insultos de la izquierda pesebrera y del socialismo radical porque, desde hace años, hemos intentado mostrar que ETA participó en el 11-M. Cada vez hay más pruebas de esa participación y de la colaboración con banda armada por parte del Gobierno del ‘Vendeburras’ de León que ha arruinado a España durante el septenio negro. Desde hace varios días, tres medios de comunicación han capturado el hilo y no dejarán de desenredar la madeja. Puede que el PSOE pague los sucesos, las sospechas y las evidencias de la llegada a Moncloa en tren de cercanías.
De momento ha empezado a sufrir por las sospechas que se ciernen sobre él. Ya no hay duda que el PP se va a ver obligado a abrir el juicio sobre el 11-M. En el que se celebró no dieron ni una a derechas. Mintió hasta el apuntador. Tanto Rajoy como González Pons se han comprometido a poner toda la carne en el asador y nos tendrán enfrente si no lo llevan a cabo.
Al PSOE se le está cayendo el sombrajo y el Gobierno de Zapatero se ha convertido en el más despreciable y despreciado de la democracia. Y es que cuando todo vale, incluso el asesinado de cientos de inocentes, el odio debe volcarse sobre quien odio genera. Decía Jaxaharlal Nehru que “La historia es un registro del progreso humano, de la lucha por el avance de la muerte y del espíritu humanos hacia algún objetivo, conocido o desconocido”.
