«Veremos por dónde sale la ministrade Trabajo cuando vea que el 40% de las empresas no levantan la persiana y que el paro se dispara de aquí a septiembre”
Por Jesús Salamanca Alonso / “El verdadero costo de la corrupción en el gobierno, sea local, estatal o federal, es la pérdida de la confianza pública”, decía el político americano, Mike Quigley. No olvidemos que dentro de esa corrupción también está la mentira, el fraude, el abuso, la falta de transparencia y la traición al votante. Tal vez esto suene a muchos porque lo viven a diario. Y si además nos topamos con un Gobierno insensible e indiferente con quienes crean riqueza, estamos en la antesala de la ruina y de la demonización.
A esa conclusión he llegado tras escuchar y estudiar detenidamente la intervención del presidente de la CEPYME y algunas otras intervenciones de quienes crean riqueza. No me sorprende que el empresariado se sienta menospreciado por el Ejecutivo. No hay que ser un lince para comprobar que, si el Gobierno va por una vereda y el mundo empresarial avanza por la contraria, la crisis no encontrará fin. Ese desprecio y demonización al que antes me refería podemos comprobarlo en nuestro agotado Gobierno: lo mismo “abofetea” a un gran empresario que a los agricultores, en general, considerando a estos como los esclavistas del siglo XXI. ¿Acaso eso no es degeneración política? Sigue leyendo