El aspecto demacrado de Carmen Calvo hace pensar que algo no va bien. Prefiero la hipocresía, en este momento, antes que decir lo que pienso.
Por Xavier Carrió/ La vicepresidenta Carmen Calvo ha vuelto a destapar los rumores sobre su estado de salud al reaparecer este miércoles en el Congreso muy cambiada y se pasó todo el debate recostada en su escaño y tapada con un chal. Las imágenes han dado la vuelta al país. Calvo languideció en su escaño durante todo el debate de la cuarta prórroga del estado de alarma, arropada hasta el cuello con una especie de chal y pertrechada con una mascarilla. Su aspecto no era precisamente saludable.
La reaparición de Carmen Calvo en la escena pública después de mes y medio no ha contribuido precisamente a despejar todos los rumores sobre el estado de salud de la vicepresidenta que han corrido durante semanas. Más bien al contrario, ha provocado desasosiego.
Cabe recordar que la número dos de Pedro Sánchez ingresó en la Clínica Ruber el 23 de marzo y que el Gobierno tardó varios días en que esa “insuficiencia respiratoria” de la que estaba aquejada era, en realidad, coronavirus.