Ahora el vocablo “desescalada” se ha extendido, del mismo modo que se extiende la pólvora o las granadas explotan por ‘simpatía’.
Por Jesús Salamanca Alonso / Hoy he comenzado el Día Internacional de los Trabajadores preguntando a la RAE en qué momento recogió la palabra “desescalada” y la respuesta no ha tardado en aparecer: “Aviso: la palabra DESESCALAR no está en el Diccionario. La entrada que se muestra a continuación podría estar relacionada con…” y me refiere “desescamar”. Ya tiene trabajo la Real Academia de la Lengua Española que, desde su inicio, ha tenido como objetivo cultivar el conocimiento de nuestra lengua. Su lema no ha variado: “Limpia, fija y da esplendor”.
La pandemia nos ha traído numerosos vocablos que habrá que integrar en nuestra lengua, al igual que los trajo el fútbol o el mundo de la informática; en este último caso es abrumador el número de ellos que la RAE ha tenido que castellanizar o, si lo prefieren, españolizar: la discrepancia entre un término y otro ahí está y es inevitable que exista pues los defensores de cada uno aportan argumentos suficientes y consistentes para el uso de cualquiera de ellos.. Sigue leyendo