Por Ignacio F. Candela.- «Era previsible que ante la presión y el riesgo de estar contra las cuerdas, Rubalcaba recibiera un balón de oxígeno del entorno etarra. De todos modos no sería extraño que estos vuelos rasantes de la delación, aparentemente casuales, fueran hechos a propósito para presionar al gobierno de zETAp y recordarle los plazos de previsible pago de favores. Habría que recordar los zutabes de años anteriores, donde ETA sugería e insinuaba no sin cierto sudor frío que traslucía un ejecutivo pendiente de las manifestaciones de la banda http://www.facebook.com/l/6fc6d/terrorista. La cuestión importante no estriba en el hecho de una rendición en toda regla ante ETA, sino el porqué de esas connivencias y la causa de esa sumisión, como si se pagara un silencio para llevar a buen fin un intercambio de beneficios de alto grado… tanto como para ser elevado a la ALTA TRAICIÓN.»
