Así fue definido Alfredo Perez Rubalcaba por José Bono en una cena con los periodistas y es la definición que más se pueda aproximar a lo que está ocurriendo en la búsqueda de candidato para las próximas elecciones Generales dentro del PSOE.
Con José Luis Rodríguez Zapatero prácticamente desaparecido, escondido entre algodones al que solo se le permite aparecer de tapadillo en los plenos del Congreso cuando debería estar defendiendo un Estado de Alarma o inaugurando el AVE a Valencia, eso sí con grandes medidas de seguridad para no mezclarse con la plebe con ganas de abuchearlo. Y nada más. Él seguirá escondido al menos hasta que una buena noticia le haga aparecer como el líder carismático que ya no es.
Rubalcaba aparece en todas partes en estos últimos días, igual está en el Congreso defendiendo un Estado de Alarma, después comenta la jugada con los periodistas, como se permite discutir de economía o se va a hacer campaña de su partido a Valencia. Este último fin de semana se ha largado a Afganistán a tomarse un desayuno con los soldados. Él está en todas partes, sea controlando a los controladores o haciéndose el gracioso ante los periodistas.
¿Será Rubalcaba el nuevo candidato del PSOE para el elecciones de 2012? No lo creo. El volverá a sumir el papel de enterrador de una época que será recordada rabia y desprecio por la crisis, la corrupción, el despilfarro y la ineptitud de los políticos. como hizo en el 95 con González. El solo está haciendo el papel de liebre en una carrera de galgos en la que no piensa competir y haciendo probablemente el último servicio a su partido.
El PSOE tiene unos pocos meses para encontrar entre sus militantes al candidato adecuado que pueda volver a ilusionar al personal y lograr unos resultados medio aceptables para poder ser el principal partido de la oposición, probablemente por muchos años. Hasta que perdamos de nuevo la memoria.
