No cumplen lo que prometen. Se desmarcan en cuanto pueden. Hoy aluden a ‘digo’ y mañana claman por ‘diego’. El caso es que la Junta de Castilla y León tiene sobre su lomo un alto peso de culpabilidad, desidia, dejadez, desprecio al ciudadano y sospecha de corrupción.
Hoy, el portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, se ha empeñado en negar que en Castilla y León no hay una red o trama vinculada al denominado caso «Gürtel» de corrupción. Pero lo más triste es que no ve la realidad y culpa al de enfrente, por eso no se le han caído los anillos y ha entendido que esa posibilidad está «en la cabeza» de los socialistas. Es la política del «y tú más, cencerro». Sin duda el portavoz precisa urgentemente de un psiquiatra porque sus propios métodos profesionales le resbalan y demuestran el brutal desfase que arrastra.
Fernando Benito ha sido el procurador que ha mostrado interés por las actuaciones de la Junta de Castilla y León, una vez que el juez-instructor del caso «Gürtel» haya pedido al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad que investigue toda la trama vinculada al pago de comisiones por la adjudicación de obras públicas. El procurador socialista tiene muy claro que los dirigentes de la Junta y del partido de la derechona castellana y leonesa son «cada vez más responsables» ante una «bola de nieve que crece».
La Junta no solo no toma medidas sino que mira al tendido sabiendo que volverá a tener mayoría absolutísima ante la falta de oposición. No hay vuelta de hoja: Castilla y León se hunde gracias al PP y la oposición no ofrece alternativas, como no ofrece soluciones al hecho de que la población abandone la Comunidad, los universitarios acaben despreciando Castilla-León y los profesionales de formación profesional se desvinculen en cuanto pueden de la Comunidad que acabará cerrando por incompetencia y sinvergonzonería de sus propios dirigentes, además de sus mediocres procuradores en la oposición.
En Castilla y León se dan contradicciones hasta en los propios expedientes. Unos, estando ‘sub iudice’ no pueden consultarse (Gomecello, en Salamanca) y, sin embargo, otros en la misma situación sí pueden ser vistos (Villasana de Mena, en Burgos). Una de dos: Juan Vicente Herrera está rodeado de tontos o Herrera Campo está rodeado de inútiles e incompetentes. Elijan, amigos.
Decía Juan María Bandrés que las verdades eternas trasladadas a la política son un primer paso hacia el totalitarismo. Y eso es lo que pretenden los secuaces de ‘Juanvi’ Herrera, mientras casi siempre le dejan con el culete al aire. También él cuenta con sus ‘Rubalcabas’ particulares, muchos de ellos capaces de soportar la fe ciega del estúpido. ¿Ejemplos? En el ámbito de Juan Vicente, muchos; pero siempre él demuestra ser el más ignorante, por listo que no por tonto, aunque a veces también.
