El sindicalismo atiborrado de privilegios ha hecho mella en los sindicatos de clase, hasta el punto que cada vez hay más ciudadanos desengañados de ellos, no solo por impresentables sino por ‘vagonetas’ y traidores. El Sindicalismo Vertical Unificado que representan los sindicatos de Toxo y Méndez son los indignos herederos del peor sindicalismo franquista. Pero han ido más lejos: ellos solitos se han deslegitimado con la huelga general del 29-S. Ni con terrorismo urbano han conseguido vencer.