Por Xavier Carrió Jamilá.- Junto a las futuras salidas del Ejecutivo de Celestino Corbacho y de Trinidad Jiménez, se puede sumar la de la ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia. La
vasca se siente totalmente ninguneada por Rodríguez Zapatero por lo que está deseando volver a la empresa privada. Ella ha dicho que se siente totalmente «defraudada» por el jefe del Ejecutivo porque «esperaba poder hacer más en el campo de la ciencia pero no le han permitido tener el presupuesto necesario». También Miguel Angel Moratinos
Cada vez se estrecha más el margen de maniobra de Rodríguez Zapatero que no disponde en este momento de recambios dispuestos a hundirse junto a él cuando ocurra el naufragio y está intentando promover a sus más incondicionales que aún creen en su política. Todo por no hacer lo que le han pedido insistentemente todos los demás partidos desde el Congreso de los Diputados, que es suprimir unos cuantos ministerios y vicepresidencias innecesarias y el adelgazamiento de una administración sobrecargada de altos cargos y prebendas. Desea abandonar el cargo de Exteriores para promocionarse para ser el futuro alcalde de Córdoba.
Todo ello llevaría de manera inminente a Leire Pajín, actual secretaria de Organización del PSOE, a ser titular de alguna cartera. De hecho, ha sido José Blanco el que considera que se debe premiar a la socialista. Estos movimientos producirían a su vez nuevos cambios. Si Pajín finalmente pasa a ser ministra, quedaría vacante su cargo en la secretaría de Organización, que equivale a ser el número tres en el partido. Este puesto podría ir a parar a Elena Valenciano, actual secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE.
Pero parece que Zapatero está dispuesto a apurar la prórroga. Ya no le queda banquillo.
