El sindicalismo obrero está repleto de parásitos

Estructura sindical de UGT y CC.OO.

Sabíamos que los sindicatos de clase eran la representación de la holganza permanente. Sabíamos también, porque así lo confirmó una liberada sindical en LA GACETA, que dañan el material de hospitales y empresas para entorpecer el normal desenvolvimiento de la actividad. Sabíamos que entre los liberados — precisamente por la misma fuente — predominaba el perfil del experto en escaqueo. Y sabíamos muchas cosas más, algunas de ellas mejor no confesar; pero ahora descubrimos que en plena crisis, camino de los cinco millones de parados, los dirigentes sindicales viven como auténticos  ‘marqueses‘, convertidos en parásitos sociales, a costa del agobiado y sacrificado contribuyente.

Cuanto antes comience la movilización para romper la afiliación a los sindicatos obreros, antes comenzará el camino de la recuperación económica. En una sociedad desarrollada, como la nuestra, sobran los vagos y los parásitos. No estaría de más revitalizar aquella Ley de Vagos y Maleantes del franquismo, aunque solo sea para aplicarla a los sindicatos obreros.

Damos fe que los sindicatos obreros están abarrotados de sinvergüenzas y de parásitos. Hay que cerrarlos el paso y no permitir que entren en el debate de problemas que afectan a la sociedad. ¡Acabemos de una vez con esa lacra!  ¡No pasarán!  ¡Juramos que no pasarán!

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