Hoy Rubalcaba campa a sus anchas en el Ministerio del Interior. Han pasado varios años desde que manejaba los palillos para la aprobación de la LOGSE y sigue mintiendo, odiando con dureza y haciendo el ridículo por donde pasa. Su fama de inteligente ha caído en picado y su honradez cabe en un gorro de Polichinela. La bronca le acompaña por donde pasa. Unas veces por las escuchas, otras por los maltratos, otras extendiendo el miedo a los amenazados a quienes quitó la escolta recientemente y más adelante…¡¡sabrá Dios!!… pero no tardaremos en saberlo.
SITEL le ha traído por el camino de la amargura. Le han roto el juguete de escuchar, porque ha mentido. Otra vez, y van… muchas. González Pons y Floriano le pusieron frente al espejo y, hoy es la fecha, que según los datos se ha convertido en el ministro más despreciado por la ciudadanía, tras Bibi Aído y Angelita González ‘SINDEscargas’.
Los ciudadanos no confían en Rubalcaba. La policía, que precisa de SITEL, sabe que don Alfredo no ha hecho del sistema el mejor uso. Y ahora que todo se ha descubierto, no dejen que el ministro hable en nombre de la democracia, porque cuando él habla de democracia, mejor echarse la mano al bolsillo y abrocharse la armadura. O como dicen sus compañeros del PSOE: “cuando Alfredo hable en nombre de la democracia, mejor echar mano de la pistola”