El Gobierno de Rodríguez ha sido, de entre todos los gobiernos europeos, el último en intervenir y en tomar medidas ante la aguda crisis económica que atenaza a España. Y no solo eso, sino que las medidas no han servido para nada. Nunca la mediocridad había estado tan a la vista. La izquierda se ha convertido en simple carroñera. No da para más.
Ello ha sido motivo de mofa y escarnio en los países de la UE, pues Rodríguez ha insistido en que España estaba mejor preparada que cualquier país de la Unión para afrontar la crisis. El tiempo ha sido testigo de la ignorancia de Rodríguez Zapatero y de la falta de estructuras para afrontar la debacle económica que se cierne sobre España.
Las medidas que ha preparado el Ejecutivo para afrontar los próximos meses impiden salir fortalecidos de la crisis, que no coyuntura. El amigo ‘Pepiño’ Blanco ha intentado explicarlo sin acertar a hacerlo. Nunca la mediocridad ha sido bandera para una situación positiva y sí para una actuación o unas medidas esperpénticas, ilusas, amaneradas y fuera de situación. Hoy nadie duda que ‘Pepiño’ sea un cáncer para el día a día de la política, un corrupto con galones y un mediocre ante el destino. Algo así como una mamarrachada de destino en lo universal.