Atienda un momento, señor Urkullu: el pueblo vasco se ha hartado de ustedes, de su represión diferida, de su apoyo callado a ETA, de su confusionismo y de su permanente protección al mundo ‘abertzale’, con suculentas ayudas económicas a «Etxerat» y a «Askatasuna». Y lo han hecho por cobardía y por identificación nacionalista, además de por despecho a un amplio sector de la población vasca y española y a las fundaciones y agrupaciones democráticas que han reclamado de ustedes ayuda y comprensión.
Por cierto, le hemos oído decir que hay un complot, donde está implicado el Rey, porque no lo ha desmentido. ¿Quiere decir eso que si le llamó cabrón a usted, lo es, mientras no lo desmienta? Pues dicho queda.