Miles de españoles maldicen el momento en que Rodríguez llegó a Moncloa. Hemos tenido que llegar a casi tres millones de parados para que la ciudadanía se convenza de la mentira y el fraude que sustentan al presidente del Gobierno. Una mentira que se ve acompañada por la inutilidad de un Ejecutivo de suspensos, más preocupados de mantenerse en el ‘machito’ a toda costa que de trabajar por España y por la ciudadanía.
Estamos a un cuarto de hora de llegar a los dos millones setecientos mil parados. Y eso que el denostado ‘Chuchi’ Caldera cambió los criterios para la consideración de parado, como tal. De haber continuado los mismos criterios – más realistas que los actuales – estaríamos hablando ahora de tres millones doscientos cincuenta mil parados. Hay que reconocer que en eso sí han sido hábiles, pero de nuevo se basan en la mentira, en la nula planificación, en el salto de mata y en el ‘¡A ver qué pasa!’. Nos recuerdan al chiste del loro y el cura, pero ahora eso no toca.