El pasado martes, 16 de septiembre, se celebró el tradicional Torneo del Toro de la Vega de Tordesillas. Limpio y sin incidentes. A las 11 en punto “Valentón” salió a la calle, bajó por ella rodeado de mozos valientes (hay que estar ahí, junto a un ejemplar precioso de toro bravo de 575 Kg. de peso y cinco años, negro y bien armado, que solo verle produce respeto y pavor).
Llegó al puente del río Duero, lo cruzó, atravesó la rotonda de la confluencia de las carreteras y salió a la Vega. Allí, le esperaban los lanceros, de a pie y a caballo. Traspasado el límite reglamentario, a las 11 y 7 minutos, y después de la explosión de la bomba, se inició el duelo, entre la brutal fuerza natural del astado y la valiente estrategia de los lanceros. A las 11 y 12 minutos, “Valentón” yacía muerto de dos certeras lanzadas, ejecutadas por un lancero a caballo de Tordesillas. ESTO FUE TODO.