Correo recibido, 10.10.2008
Me molestó que un europarlamentario alemán de los verdes, tuviera la desfachatez de llamarme maltratador de animales y sentirse con la autoridad de exigir la prohibición de tan salvaje espectáculo.
Su menguada memoria ha olvidado ya que, hace tan sólo 65 años, el pueblo alemán, incineraba en hornos a personas, mujeres y niños por el mero hecho de ser judios, tratándoles peor que a animales. Que se dedique a defender la Constitución Europea que es su obligación.