El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, incurre en contradicciones y en barbaridades cada vez que habla intentando explicar su desastrosa gestión. Desde el punto de vista económico parece tener muy pocas ideas y las que tiene no suelen ser ni buenas ni fructíferas.
Desde la perspectiva política, mejor no hablar. Después de haber negado la crisis, junto a su señorito Rodríguez, ahora pide inversión a los empresarios, apoyo a la ciudadanía y gasto, mucho gasto para reactivar la economía española. Ahí es nada, Solbes de consejero económico y empresarial: algo así como la prometida ‘honradez’ del zorro en el gallinero.