El nerviosismo de Herrera tras el ‘Caso Lasarte’, y su poco aprecio por León, le llevan a insultar al alcalde leonés y a los ciudadanos que llaman a las cosas por su nombre.
No podemos entender el nerviosismo de Juan Vicente Herrera, todavía presidente de la Junta de Castilla y León. Ahora pretende arreglar su mala actuación tras los insultos dirigidos a los ciudadanos que llaman a las cosas por su nombre y al alcalde de León que le dice las cosas mirándole a los ojos.
¿Qué tipo de presidente tiene Castilla, que tan poco aprecia a León y a sus gentes? ¿Desprecia a los leoneses cuando desprecia a su alcalde? Naturalmente que sí. Y él sabe los motivos que le indujeron a los insultos. En León se ha visto con las posaderas al aire, habiendo tenido que cesar al secretario general de la Delegación Territorial. Ha sido como decirle que es el nuevo Pancho Villa de la comunidad, desde el momento en que no está preparado para controlar a su gente de confianza.