¡Aleluya, ya no pueden inaugurar!
Puestos a inaugurar, inauguran hasta el palo de la escoba si es necesario. El caso es salir en los papeles del día siguiente. Pero la ciudadanía no es tonta: todos saben que Herrera y sus acólitos buscan la imagen ante la gente, aunque les importe una higa la atención a la ciudadanía y el servicio a los demás. Llevamos veinte años armados de paciencia con la derecha adulterada y es muy difícil seguir teniendo más. Por eso, si bien la paciencia es amarga, sus frutos casi siempre son dulces, en palabras de Rousseau. Seguramente es el momento idóneo para desnudarse de esa paciencia y poner a los políticos de Castilla y León frente al espejo de su propia incompetencia, aprovechando el periodo electoral.
No se les caen los anillos por decir que están cerca del ciudadano y velan por el contribuyente, pero nunca más lejos de la realidad. Han perdido el norte. Han perdido la ética. Cada día se vuelven menos creíbles y más embusteros. Hace poco hacíamos una pregunta al presidente, sobre el tema de las cajas de ahorro de Castilla y León, y nos contestaron sus acólitos con la inadmisión de la misma, pues según ellos no se adaptaba al artículo segundo de la Orden PAT sobre quejas y propuestas.
Si ellos se niegan a contestar porque es un tema que no incumbe a la ciudadanía, nosotros nos negamos a darles el voto por haber demostrado que son incompetentes, mediocres, inservibles y memos. Y además instamos a que lo hagan los demás; es decir, que voten a una opción digna, distinta de la derecha adulterada de caverna y taberna, como la que representa Herrera Campo, Juanvi.
¡A ver quién da más! ¿Acaso vamos a dejar que los políticos de turno nos indiquen lo que es importante y lo que no lo es? ¡Hasta ahí podíamos llegar!