«Los maestros Ciruela que no saben hacer la o con un canuto, tampoco en cuestiones lingüísticas y pretenden darnos lecciones y dictarnos a todos, con sus propuestas de lenguaje inclusivo»
A mediados del pasado mes de abril, la ministra de Igualdad, Irene Montero, se lució y mostró, una vez más, su osadía e ignorancia supina. En un mitin con colectivos LGBTIQ+, utilizó, en sólo 15 minutos, 10 tripletes (“Buenas tardes a todos, todas y todes”, “hay un niño, una niña y un niñe”, por dar sólo dos ejemplos) y otras lindezas por el estilo. Entre ellas, los consabidos y reiterados desdoblamientos o dobletes (“amigos y amigas”, “todos y todas”). Sigue leyendo