Por Jesús Salamanca Alonso / Todos sabemos lo que es una bisagra: “Punto de unión o articulación de dos elementos, o elemento que actúa de intermediario entre otros”. Precisamente por eso, a Alberto Rivera –cabeza visible de “Ciudadanos”– se le conoce como “bisagra”, aunque desde hace algún tiempo más que una bisagra es un “veleta”, al igual que lo es su partido.
¿Y qué quiere decir “veleta”? En este caso significa que hoy se orienta hacia un polo y mañana hacia otro. Pero según le convenga. Se adapta a credos e ideas, el caso es no quedar mal. Lo ha hecho en el Congreso de los Diputados, en la Junta de Andalucía, en las Cortes de Castilla y León… Y lo hará donde sea necesario. Antes o después lo pagará en las urnas.
Hoy, sin duda, es el voto inútil del conglomerado de partidos de ámbito nacional, al igual que VOX representa la resurección patriótica, “Podemos” representa la degeneración y la conjunción de lo más despreciable de la sociedad española y el PP asume su representación del “paso del desierto” o el PSOE es, sin ninguna duda, la representación de lo más corrupto de la sociedad, tal y como ha indicado hace dos meses el Parlamento europeo; incluso, ha llegado a afirmar que en Andalucía representa a la comunidad autónoma con más corrupción, menos inversión y peor educación de la civilización occidental.