“Desde las consejerías de educación ha existido un silencio permanente, hasta el punto de negar el pan y la sal a los equipos directivos y, en general, al profesorado”, comentó Jesús Salamanca al diario El País.
Por Jesús Salamanca Alonso / Había mucha expectación por conocer los planteamientos de las distintas formaciones políticas en educación; máxime tras los recortes abrumadores del Partido Popular en los últimos cuatro años, así como por la eliminación de muchos derechos sociales y derechos adquiridos por parte del profesorado y el irreparable daño que se ha hecho desde las consejerías de educación de las comunidades autónomas donde ha gobernado el partido de Mariano Rajoy; de ahí que el Aula Mergelina de la Facultad de Derecho estuviera casi llena. Hasta los periodistas japoneses — que estaban preparando un documental sobre Podemos– causaron especial interés y atractivo.
El presidente de la Comisión de Educación del PP en Valladolid comenzó haciendo un reconocimiento a la dirección de los centros. Tal cuestión generó malestar entre los presentes al comprobar que era un claro ‘brindis al sol’, sobre todo si tenemos en cuenta la travesía del desierto a la que han sometido a los equipos directivos y, particularmente, a los directores. Según él, “la dirección es uno de los pilares básicos en los que se fundamenta la mejora de la calidad de la enseñanza”. Pero se quedó corto. No contó la represión por la que han pasado estos últimos cuatro años los directores de los centros. Desde las consejerías de educación ha existido un silencio permanente, hasta el punto de negar el pan y la sal a los equipos directivos y, en general, al profesorado.
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