Por Jesús Salamanca Alonso / ¡Vaya desde aquí mi homenaje personal al señor Esteban! Durante años, él y otras personas de Arrabal de Portillo, representaron a ese personaje tan ‘temido’ por los niños y admirado por los mayores, como es “la zarragona”. Este homenaje no solo es por lo bien que representó al personaje sino por el afecto personal que este editor ha tenido siempre por este coterráneo.
Tengo unos recuerdos extraordinarios de la época, tanto de cuando corría delante de él — con el temor de ser alcanzado por el látigo con la piel en la extremo– como de cuando era monaguillo y lo veía desde la barrera: en las procesiones, con la cofradía del Señor, con los danzantes, danzando en solitario o acompañado,…. En muchas ocasiones me acuerdo de esta figura, hoy desaparecida, cuando veo en televisión a personajes parecidos aunque de otro estilo y fruto de otras tradiciones. Sigue leyendo
