Por Jesús Salamanca Alonso / Desde hace unos días hemos sabido que una mujer efectuó una denuncia falsa contra tres hombres. Con tal denuncia pretendía hacer creer a la Justicia y a la Policía que había sido violada; al parecer por temor a que se extendieran determinadas imágenes. Y lo hizo por egoísmo, con tal de quedar en buen lugar, aunque los perjudicados y condenados fuera la otra parte.
Por suerte, este tipo de denuncias no son habituales. Precisamente hace unas semanas, el alcalde de Valladolid hizo alusión a cuestiones como ésta. Pasan, ya lo creo que pasan. Pero como las declaraciones razonadas y acertadas procedían de él, no faltaron grupos de ‘machorras’, ‘feminazis’, ‘feminorras‘ y otros grupos de intransigentes de la izquierda que tiraron a dar. Su objetivo era dañar al PP a toda costa, pero dándole la bofetada al partido en la cara de Francisco Javier León de la Riva.
Demostrada la falsa denuncia de quien decía haber sido violada, aún estoy esperando a que algún grupo de ‘machorras deslucidas’ y con ‘ciencia infusa’ contra el Partiro Popular, salga a los medios de comunicación pidiendo perdón y disculpas a D. Javier León. Pero no lo harán, porque su cobardía llega más allá que su responsabilidad. Ahora esconderán la cabeza como el avestruz; una actitud que caracteriza al cobarde y al acomplejado o acomplejada de matiz ‘piji-rojo’.
Esas mismas ‘feminorras‘ de la izquierda radical ni siquiera se han lanzado a la arena del insulto ante las palabras de Toni Nadal, sin dudas más sectarias que las dichas en su día por D. Javier. ¡Qué bien estarían calladas y con la lengua metida donde yo sé! Aún estamos esperando las disculpas de aquellas bullangueras que impidieron escuchar el pregón de fiestas de Valladolid, más preocupadas de insultar al alcalde y de tirarle huevos que de demostrar sus presuntos valores cívicos. En fin, que ese grupo pancartero de Pucela tampoco pedirá perdón. ¡Hay que joderse para no caerse!
