Política educativa basada en recortes.

José Ignacio Wert, ministro de Educación y uno de los principales dañinos al sistema educativo español.

José Ignacio Wert, ministro de Educación y uno de los principales dañinos al sistema educativo español.

El profesorado no va a olvidar el curso 2011/2012. Y no lo va a hacer porque fue el año de los grandes recortes educativos. Tanto es así que los gastos de funcionamiento de muchos centros educativos se rebajaron por encima del 50%; en algunos casos superaron el 64%. Aún se observan las consecuencias de esos recortes: centros sin apenas calefacción en el invierno; falta de papel higiénico para niños y profesorado; persianas destartaladas; aparcamientos sin adecentar; grandes desconchones en paredes, urinarios cerrados porque no se pueden arreglar por falta de dinero; ordenadores arrinconados; pizarras digitales que se usan de separadores en los almacenes,… En fin, recortes y más recortes es la política educativa del Partido Popular. Entre el profesorado se espera que pase cuanto antes esta pesadilla que empieza a eternizarse. Muchos ciudadanos ya han congelado el voto, como ellos congelan sueldos, eliminan complementos y regatean todo tipo de necesidades ajenas.

Es difícil que al sector docente se le olvide el año 2012, porque fue el momento en el que el Gobierno pretendió ‘ahorrar’ casi cuatro mil millones de euros en los presupuestos generales del Estado. Posiblemente fue el momento de inflexión en los recortes, en muchos casos a locas y a ciegas ya que se recortó donde no era necesario, pero en el ámbito político aumentaron los altos cargos, se subió el sueldos de los propios y afines, continuaron utilizándose coches oficiales para provecho personal, se produjo el desmadre en el sindicalismo vertical unificado, los ERES se multiplicaron y dilapidaron el dinero público, el PP se financió a lo bestia y sin control,… ¡Aquellos polvos han traído los lodos que ahora pisamos!

Desde 2012, sobre todo, algunos sectores de la población -y particularmente los docentes- han comprobado cómo se ha ‘apedreado’ su profesión: se ha disparado la ratio, han aumentado los horarios semanales, se han reducido los puestos de trabajo, siguen congelados desde hace años, han torpedeado desde la administración educativa la calidad del sistema educativo y han deteriorado hasta lo que funcionaba bien. Incluso se han cerrado unidades, se ha hurgado en dramas personales del profesorado y casi se ha destrozado la organización interna de los centros, además de volver la espalda a las necesidades urgentes. ¡Ya llegarán las elecciones y algunos no tendrán donde ‘predicar’ sus falsedades!

Ahora que tanto se habla de fracaso escolar y de evitar el abandono temprano, parece que la administración educativa no se da cuenta que los recortes sí afectan a las mejoras. Pero eso a ellos no parece importarles, al menos no les importa en años que no sean de celebración de elecciones. De todos es sabido que el profesorado está harto, incluso, de la reforma que ahora se aprueba; recordemos que toda la oposición se ha empeñado en hacerla desaparecer tan pronto como el PP pierda la ‘mayoría mentirosa’.

Nuestro sistema necesita reformas de calado y con la aprobación de la LOMCE van a lastrar el futuro. Hablan de calidad y de excelencia, pero de nada servirá porque no hay relación entre lo que predica la LOMCE y lo que se hace en la política educativa que predica el PP. Hay algo que sí ha conseguido el Partido Popular y ha sido lograr el descontento generalizado del profesorado.

Desde el año 2011 hasta 2013, el Gobierno ha ‘hurtado’ a la educación más de ocho mil millones de euros, pero resulta que ignora los recortes. Ese dinero lo ha detraído de los presupuestos generales del Estado. No ha servido para nada, excepto para dañar al sistema y, lo que es más triste, ha seguido escapándose dinero por las cloacas del partido en el Gobierno y por las del propio Gobierno. ¿Alguien puede decir lo contrario?

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