OPINIÓN
Rodrigo Restrepo en Web de Martha Colmenares.- Nada raro que el señor Maduro dado sus “extensos conocimientos en materia de administración” siga en su conducción de simple conductor: En otras palabras pasara de ser ex conductor del metro caraqueño a conductor del pueblo Venezolano solo que, la central de conducción, funcionara en la Habana lugar de donde partirán las decisiones. Maduro pues, será un instrumento más de los hermanos Castro, dada su escasa preparación para ejercer cargo no apto para personajes que, como él, llegan poder “usurpado” prevalidos de lealtades perrunas jamás de conocimientos. En semejantes condiciones, las Kirchner en Argentina pues, tal parece, que el título de ex esposa o ex amante, de cualquier mandatario, da capacidad para gobernar a un país. Argentina ha sufrido la crónica enfermedad del peronismo y ahora comenzará, en Venezuela, esa secuela, la del caudillismo.
Con el embalsamamiento del cadáver del señor Chávez y la risible manifestación de Maduro, en cuanto a la inmortalidad y por lo tanto, eternidad de Chávez, hechos y dichos que muestran a las claras la “humildad” de los payasos latinoamericanos aquellos, que se creen continuadores del insepulto régimen que falleció en Rusia, su cuna. Y que se hacen llamar “socialistas del siglo XXI . Mucho cuidado habrá de tener Maduro con el “odiado imperio” inoculador de cánceres y causante de terremotos diez kilómetros de profundidad. Fuese muy bueno que buscase los consejos del mandatario Boliviano experto en estos temas y su homólogo en lo atinente a conocimientos para el ejercicio de conducción de pueblos.
Valdría la pena traer a colación la frase del inolvidable Laureano Gómez “Somos como briznas de viento en las manos de Dios”. Esta frase podría cambiarse para retratar a los neocomunistas del siglo XXI, que fungen como presidentes en: ”Somos como ventarrones de violencia en manos del nefasto régimen comunista”.