¡El mayor icono de la estupidez! ¡Un rojo nacido para amamantar la barbarie!
Nunca es una buena noticia la muerte de un ser humano, pero cuando ese ser ha sido deshonesto, un peligro público, un dictador, un déspota con sus congéneres y con sus conciudadanos, parece como que la muerte de ese ser despreciable duele menos y supone una ventana de aire fresco y una alabanza a la libertad.
¡Hoy Venezuela es un poco más libre y un poco menos represaliada! La nación hermana tiene la ocasión de desterrar a los seguidores de Hugo Chávez y condenarlos a una travesía del desierto durante algunas décadas. Otra cosa sería insoportable para el pueblo. La prostituida democracia de Hugo Chávez no es más que la cloaca de una experiencia socialista cuyo final ya se conocía. ¡Hoy Venezuela respira primavera política! Ya no se volverá a escuchar aquello de: “¡Exprópiese!”
