En Castilla y León ha sorprendido el nombramiento de Juanjo Mateos como consejero de Educación; máxime cuando se viene demostrando el desprecio hacia el ciudadano por parte de esa Consejería, así como la osada dejadez de buena parte del equipo con el que ha trabajado estos años pasados. Vamos con algunas de las brutalidades cometidas y pendientes aún de resolver que, dicho sea de paso, no son todas ni mucho menos:
* Falta de respuesta por parte de las Direcciones Provinciales de Educación, ante los nuevos problemas que se plantean, da igual del tipo que sean. A ello hay que añadir la descoordinación existente entre ellas.
* Necesidad de obras urgentes en algunos centros, fruto de la dejadez de los años pasados, de la falta de presupuesto para determinado tipo de centros y de la falta de coordinación entre las partes. Casi nunca contestan las Direcciones Provinciales de Educación, teniendo que recurrir a Presidencia o a la propia Consejería (ésta también suele esconder la responsabilidad).