No han pasado unos meses desde la última subida de la luz cuando el Ministro de Industria, junto a las compañías eléctricas, nos amenazan con una nueva subida de la luz que esta vez será del 10%, gracias a este empeño suicida del Gobierno a ir contra el mercado y el sentido común en sus políticas energéticas. Así los ciudadanos de nuestro país cada vez mas agobiado por el paro y el menor poder adquisitivo de quienes trabajan tendrán que afrontar un nuevo atraco a través del BOE y el recibo de la luz.
Además las empresas van a añadir a sus costes un nuevo coste que va a dificultar la venta al exterior de sus productos, que van a llevar a más cierres de empresas antes productivas y la generación de nuevos despidos.
Todo ello gracias a que Zapatero en su afán de ser original y convertirse en el líder de una falsa ecología y defensa de un medio ambiente, ha detraído durante los últimos siete años una ingente cantidad de dinero de los presupuestos para entregarlo a unas empresas dentro de la órbita disparatada de este gobierno para una producción eléctrica que no es rentable como las energías renovables de moda, la solar fotovoltaica y la eólica que no son rentables en este momento, despreciando otras fuentes de energía mucho más baratas, como es la nuclear.
Para que a estos inversores les resulte rentable, el Gobierno tiene que poner de su parte el dinero que primero saca de nuestros impuestos y luego permite que se vuelvan a saquear nuestros bolsillos a través del recibo de la luz.
Ahora dice Sebastián que se va a implantar una tasa a estas empresas por esta producción disparatada. Así que el ministro Sebastián ha ejecutado el segundo tijeretazo en un mes a las primas que se pagan a las renovables. Pero una vez que se ha hecho, no sería extraño que los tribunales lo echaran abajo. Así los ciudadanos tendremos que pagar de nuevo con nuestros impuestos las indemnizaciones a las empresas ahora perjudicadas. Jamás debería haberse pagado un duro por generar energía del modo que más le placía al Gobierno y a sus allegados.
Tenían que haber sido los ciudadanos quienes, en un mercado libre, decidieran si querían pagar más a cambio de energías que consideren más limpias. Mientras se siguen subvencionando las nuevas instalaciones de energía renovable. ¿No hubiera sido más lógico empezar por eliminar todo tipo de ayudas a quienes se han subido al carro de este timo, antes de recortar las que ya se habían comprometido?