Estimados amigos: Debo confesar que no me parecen mal las declaraciones de mi amigo, el alcalde de Valladolid, Francisco J. León de la Riva. Es más, las considero bastante acertadas, teniendo en cuenta el momento en que las ha hecho: no ha dicho ni más ni menos que lo que pensamos la mayoría de los ciudadanos respecto a la «Pajitas». ¿Machismo? Chorradas. ¿Brutalidad? Gilipolleces. ¿Excentricidades? Estupideces.
Seguramente, pocas veces el alcalde de Valladolid ha estado tan cuerdo y acertado como esta vez. Él es doctor en Medicina (Ginecología) mientras que la «Pajina» es simple doctora en palabrería y morros animados ‘felipitenses’, hoy señorita ministra de Sanidad. ¿Alguien se ha parado a pensar en la insensatez cometida por el tontiloco de Zapatero? ¿Se puede ser más insensato, incapaz? Pues no, señores y señoras, ZParo ha cometido la mayor estupidez de su vida, junto con la permisividad gótico-esperpéntica de sus decrépitos y ennegrecidos retoños.
Tras estos comentarios de convencimiento, me llamarán facha, pero no me podrán quitar la razón. Decía alejandro Dumas, hijo, que «no llego a comprender por qué, siendo los niños tan inteligentes, los adultos son tan tontos. Debe ser fruto de la educación».