Arrodillados y apaleados

Peter Caruana, el capo british que gobierna Gibraltar, esta colonia británica dedicada a la evasión de capitales y tráfico de estupefacientes ha retado a España a llevar a la Corte Internacional  la soberanía sobre las aguas españolas que rodean Gibraltar. En su alegato ha dicho que ha pedido a Reino Unido «acciones efectivas»  por los sucesivos incidente entre el incidente ocurrido el pasado 28 de septiembre entre una patrullera de la Guardia Civil y lanchas de la Policía gibraltareña, cuando La Guardia Civil denunció que agentes gibraltareños «asaltaron» su embarcación. Es frecuente que los narcotraficantes perseguidos por la Guardia Civil obtienen un refugio seguro en el peñón bajo la tutela de  Caruana que casualmente es socialista como nuestro gobierno.
 
Esto ocurre sistemáticamente en aguas territoriales españolas, sin que Moratinos tenga un gesto de repulsa y no haga más que balbucear algunas palabras de disculpa para Gibraltar,  regadas con vino de la Borgoña al que suele recurrir con frecuencia. Nada por parte del Ministro de Interior ni de todo el Gobierno de Zapatero en apoyo a la Guardia Civil, que no hacen más que cumplir con su obligación.
 
A tal efecto Gibraltar,  desde hace ya mucho tiempo,  está ganando terrenos a este mar que no es suyo,  vertiendo centenares de camiones cargados de rocas y tierra que sirven para ganar poco a poco terrenos al mar que después  se transforman aguas territoriales españolas en terrenos edificables para beneficio de constructoras gibraltareñas sin que ninguna autoridad española impida su paso. 
 
Hasta ahora eran……, Marruecos…, Venezuela…, Cuba…, Argelia…, Palestina… los países que nos toman el pelo sistemáticamente…. pero ya hemos caído muy bajo. Ahora incluso es Gibraltar quien se ha sumado al banquete necrofílico de una España en descomposición,  donde acuden toda clase de delincuentes institucionales como bandadas de buitres que revolotean a la llamada del olor a cadáver que se ha convertido nuestro país por la  política miedosa y complaciente llevada a cabo por el cobarde,  inconsistente e irresponsable que nos gobierna. Somos el pito del sereno y cualquiera se atreve con nosotros. Ya lo dijo en su momento  Zapatero:… «España es un Estado discutido y discutible…..».

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