En la jornada de huelga que han seguido sólo tres y el del bombo se ha demostrado que no tienen tirón y que están desfasados. Han vivido de la subvención y la ‘mamandurria’ del Gobierno de Zapatero. Son simple y llanamente los sindicatos del Gobierno socialista o, como decía un insigne sindicalista de los años ochenta, son indignos sindicatos funcionarizados que han recibido cerca de doscientos millones de euros a lo largo del año 2009. Sabedores de su falta de apoyo social han convertido la huelga en «terrorismo callejero» con ataques de los piquetes (paquetes) a los trabajadores, amenazas a la ciudadanía, cortes de mangas a la policía y numerosos actos de vandalismo y desobediencia civil.