Bibiana Aído, ministra del Ministerio de ‘Igual-Da’, derrocha el dinero de los españoles, a pesar de que hay cinco millones de parados, de los cuáles millón y medio no volverán a encontrar trabajo, y un millón de personas que no reciben ningún tipo de ayuda. Esta impresentable ha hecho más daño a España que un nublado de verano.
Jamás un Ministerio había sido tan parásito de los presupuestos generales del Estado. Jamás una ministra había hecho un ridículo tan sonado. Jamás una ministra impresentable, como esta ‘fantasma’ de ocasión y claramente deformada, había despreciado a la ciudadanía como ella lo ha hecho.
Mediocre. Desalmada. Desorientada. Vulgar. Torpe,….Adjetivos y adjetivos podríamos endilgarla haciendo honor a la verdad y a una realidad que se muestra evidente a todas luces. Cuando deje de ser ministra estará en búsqueda y captura con recompensa. Al tiempo.
Si durante su titularidad del Ministerio de ‘Igual-Da’ ha hecho el ridículo un día sí y otro también, con la reciente Resolución de 30 de diciembre del 2009, del Instituto de la Mujer (otra horterada sin parangón, ridícula e inservible) ha concedido subvenciones para auténticas barbaridades, insignificantes investigaciones y esperpénticos temas; algunos de ellos sobradamente conocidos, donde se aprecia que la subvención es una compra de voto y fidelidad.
Esa compra de votos y fidelidad tiene claros ejemplos y evidentes complejos pagados. Esta vez no vamos a citar el del clítoris, cuyo mejor estudio, mapa incluido, se elaboró en 1956. Lo que quiere decir que los 26.597 euros se tirarán de mala manera. Debería sentir vergüenza la Universidad Complutense de Madrid, por dedicar su gente y tiempo a tan pobres investigaciones. Se sabe bastante menos de la “reproducción sexual de la rana en Semana Santa” o del “salto sexual del caballo portillano en vísperas de la festividad de Santa María La Mayor”, que de las brutalidades propuestas y aparecidas en el BOE.
El Anexo que recoge la resolución aparecida en el BOE del 16 de febrero es para reírse y no parar. No hay una sola Universidad que no se sienta ridiculizada en ese Anexo o, al menos, así lo vemos nosotros. Da lo mismo que sea la UOC, que la Complutense, la UNED (en esta caso, siento vergüenza ajena que una Universidad seria como la UNED se brinde al chalaneo ‘feministoide’, cavernícola y retro-progre), la Universidad de Valencia, la UBA, la de Granada, la de Sevilla,… ¡Y no digamos las Fundaciones privadas. ¡Dios bendito, qué mamarrachadas hacen algunas Universidades! ¡Investigan en cuestiones ya investigadas y que no sirven para nada, sino para venderse al postor de turno, que es como ponerse ‘mirando a Cuenca’ para que a uno le den! Por Dios, que alguien borre tanta tontería y despida a tanto falso — en este caso, falsa — investigador/a.
Estas feministas premiadas demuestran a las claras lo que decía Leonardo Da Vinci: «Los que se enamoran de la práctica sin la teoría son como los pilotos sin timón ni brújula, que nunca podrán saber a dónde van». ¡Pobres investigadoras! Se resignan a no ser nada, pese a estar en universidades de renombre. Bien es verdad que un garbanzo negro no agrieta el cocido.
Decía Balzac que la «La resignación es un suicidio cotidiano». Y si no renuncian al dinero las titulares del Anexo de la Resolución indicada, estaremos ante el ridículo más esperpéntico y la indignidad más consentida, comprada y ‘amarranada’; es decir, estaremos ante otro suicidio universitario. Uno más y no será el último. Al menos me alegro que ninguna profesora de la Universidad de Valladolid haya puesto en entredicho la dignidad y buen nombre de la UVA vallisoletana.