Cada vez somos más los españoles que sentimos vergüenza ajena al escuchar las afirmaciones de miembros relevantes de la cúpula socialista. Ha llegado un momento que defienden lo indefendible. Pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino y leen «pera«, donde pone «rape«. Lo más triste es que piensan que los demás también confundimos churras con merinas.
Viene a cuento lo anterior porque la secretaria de organización (y caos) del partido socialista no admite que se diga que Rodríguez Zapatero recorta los derechos sociales. Y por ahí si que no pasamos. El socialismo «a la española», también conocido como ‘socialismo morrón’, de corte zapateril, no solo ha recortado los derechos sociales, sino que incluso esos están por debajo de los que existían en el año 2000. El Gobierno de Rodríguez viene manipulando datos sobre los derechos sociales desde que llegó al poder. Pero no solo los manipula, sino que los recorta, esconde y juega con ellos.
Como muestra de lo dicho, ahí están las cifras de parados: además de los casi cinco millones de parados, el ‘laboratorio’ socialista esconde otros 742.000 parados que, por estar en programas de formación, no aparecen en las listas como parados. ¿Truco? Ninguno, simplemente manipulación y engaño. El hecho de que la población quiera verlo, o no, es cuestión de madurez o ceguera. Y puedo prometer y prometo que el socialismo zapateril no tiene mucha ceguera, pero sí unas grandes dotes para la manipulación, fraude y mentira.
Somos los ciudadanos los que nos sentimos abrumados con las afirmaciones de la señora o señorita Pajín. Ahí es nada, decir que Zapatero «es un presidente serio y responsable». Es como para correr a gorrazos a quien diga algo así. Con la gestión de la crisis, se ha demostrado que es un irresponsable, un auténtico ‘merluzo‘, un inmaduro y, como dice el Financial Times, «un ridículo gestor que está llevando a España a la desintegración y al caos social, político y económico». A lo que añadimos nosotros que también es un estúpido integral, además de torpe consentido y reconocido.
El Gobierno socialista no solo ha recortado las pensiones, sino que ha bajado los salarios y dañado a los trabajadores. Pero lo peor está por llegar, tan pronto como se recorten más derechos sociales y se amplíe la intervención bélica en Afganistán. Hemos pasado, en este último punto, de ayudar a otras naciones en misión humanitaria — caso de Irak — a enviar a nuestros soldados a una guerra de ratoneras, odio y descontrol, consentida por la ONU, cada vez más inoperante, estrecha y desvergonzada.
Nuestro temor por las palabras de Pajín es que, debido a que los socialistas no han hecho los deberes, muchos de cuantos cotizamos hoy no podremos cobrar pensión mañana. Y serán los únicos responsables por su ineficacia, su avaricia, mala fe, provecho propio, mediocridad y torpeza.
Ni Pajín ni los socialistas pueden explicar el motivo por el que pretenden reducir las pensiones aún más y seguir recortando los derechos sociales. La ciudadanía tiene miedo y lo que procede es trabajar para sacar de Moncloa al conocido como «tonto contemporáneo», a su equipo de burlones ‘lanceros‘ y a las seleccionadas como merecedoras del Premio «Borrica 2009». Hace tiempo que el sombrajo corre peligro, por lo que merece la pena luchar para desalojar del Gobierno a tanto ‘atropellacarros’ y meretriz del caos y del burdo egocentrismo.