Los rábanos por las hojas

Mi memoria histórica

SGAE. Sociedad de extorsión

Hablar sobre ellos es que me pone… Ayer fue en bodas y celebraciones, hoy con las peluquerías y centros de belleza…..No hay día que no perpetren un abuso, una extorsión o un atraco, claro ellos funcionan con la patente de corso dada por el Ministerio de Cultura.  Con el apoyo interesado de la ministra González Sinde. Antes de seguir, tengo que decir que como autor musical y literario, me parece muy bien que el Estado pueda proteger mis derechos como autor. Pero la SGAE, a mi y a otros como yo, no nos sirve para mis derechos y he renunciado a ella, ya que funcionan como una sociedad de extorsión primero hacia los autores y después hacia todos los ciudadanos.

Hay que decir que aparte de SGAE, que es la más conocida, andan por ahí recaudando al que se deja otras «Sociedades de Gestión de Derechos» como CEDRO, VEGAP, DAMA, AIE, AISGE, AGEDI, o UGEDA que engloban a otras distintas asociaciones, sean de creación, producción o Interpretación, por lo que existe un verdadero bosque de siglas campando por el país sin apenas regulación, que fijan de manera discrecional las cuotas, la duración y la legalidad del dinero que perciben.

Ahora SGAE se ha metido en la música de ambiente de las peluquerías, y le quiere cobrar la cuota. O sea, cobran por segunda o tercera vez por lo mismo que ya había recaudado a las emisoras de radio, hilo musical o por la compra del CD, aunque sea virgen. Ademas un filón lo tienen con los Ayuntamientos y sus festejos, por aquello de la norma socialista de que «el dinero público no es de nadie». Si esto no es la mafia, que venga Dios y lo vea… Además los sujetos que se presentan en los establecimientos en nombre de estas «Sociedades», que sin identificarse salvo por un dudoso carnet o unos impresos, en muchos casos ni siquiera pueden justificar su relación laboral con la sociedad en cuestión, son meros comisionistas o algo peor.

Hay otra cuestión que habría que modificar. Es la duración en el tiempo de estos derechos. No puede ser que obras de Calderón de la Barca y montón de autores clásicos sigan aún generando derechos de autor después de cinco siglos ¿Quien los percibe? el autor no por supuesto, ¿los herederos? anda ya….. Si esto no es una estafa….. Sugiero que cuando un agente irrumpa en su establecimiento, mire con lupa por cuenta de quien están recaudando estos señores, igual tirando del hilo, llegamos a Al Capone.

FUENTE: Xavier Carrió http://veintidos3.spaces.live.com/

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