Rubalcaba y su 'mandao', Conde Pamplinas.
La caradura de don Alfredo Pérez Rubalcaba es larga, tendida y conocida. Lo mismo se hubiera repartido el dinero con los piratas del ‘Alakrana’, que hubiera salido de copas con los abogados londinenses que han cobrado el rescate o se hubiera jugado a las cartas el millón de euros que el pirata somalí ha trincado al Gobierno. En fin, estamos ante un caradura para un nefasto Gobierno.
Y a todo esto, Zapatero ha vuelto a hacer el ridículo en su comparecencia. No solo nos ridiculiza cuando sale a intentar hacer política exterior, sino que en su propia casa nos deja con la boca abierta.
Además de conocido gafe, demuestra que es un sirvergüenza integral y un irresponsable pendenciero. No se ha conformado con ser el payaso (perdón a los payasos de profesión) de los países de nuestro entorno, sino que ahora va a serlo en todos cuantos conforman la Unión Europa. ¡Que Dios o quien sea nos coja confesados!
