Demagogia barata de Mariano Rajoy

Mariano Rajoy,  ¿la imagen de la derechona postfranquista?

¿Quien asesora a este hombre? Es evidente que no tiene tantos asesores bien pagados como Rodríguez Zapatero, pero al menos debería tener alguno de valor y con sentido común. Su imagen en un comedor social, cual imagen de la derechona poniendo banderitas, hace pensar que le ha asesorado un senador de Valladolid o un cercano a la trama Gürtel.

Ni es eso lo que los ciudadanos de derechas esperan de Rajoy ni se puede decir que haya estado en el lugar acertado y en el momento justo. Y si alguien duda de nuestra reflexión, no tiene más que indagar por los diarios digitales y comprobar las críticas de los miembros del Gobierno y de la ‘izmierda‘ en general.

«Suena a demagogia barata aunque haya ganado una portada en los diarios o en las TV», leemos en DIARIO DIGITAL. Y tiene toda la razón nuestro admirado diario. Hay muchas formas de hacer el ridículo. Mariano ha elegido la más sonora y vistosa. Si su credibilidad era limitada, ahora es de risa y preocupación.

La Navidad ha dejado de ser una época de continuado ‘paripé‘, fingimiento y comidas donde predomina la hipocresía. No por ser Navidad hay que acudir a un comedor social para reivindicar una imagen. ¡Hágalo usted durante todo el año, señor Rajoy! En ocasiones esa imagen se resiente y éste es el caso. Mariano debería saber que la imagen y el prestigio se  ganan  con el trabajo diario y el esfuerzo cotidiano, olvidándose de trucos ocasionales como los servicios sociales que se aportan y engrandecen  por Navidad.

No nos gusta esa imagen del Partido Popular. Una imagen ‘ñoña‘, ‘amuñecada‘  y acurrucada para salir en la tele más blanda, dicharachera y conservadora. Tampoco nos gusta la pretensión de engaño que perseguía Rajoy, cuando en comunidades autónomas gobernadas por su partido han dejado de cobrar en nómina muchos trabajadores de esas administraciones. Mariano no ha sido valiente, como torpe ha sido su partido por permitirle caer en la más rastrera estupidez mediática.

La derecha quiere un líder  «echado p’alante», llamando a las cosas y a las situaciones por su nombre. Quiere  a su líder enfrentándose al gafe de Zapatero con proyectos e ilusiones, con futuro y perspectiva, con ideas y entereza. No quiere a un líder dispuesto a hacer el ridículo solo porque es Navidad. Tal vez otra interpretación es que Marinao Rajoy pretendía comprobar la ruina a la que han llevado a España entre el Gobierno y la oposición. Si era así, damos fe de que lo ha podido comprobar.

«¿Qué quería comprobar Rajoy en ese comedor para necesitados? ¿Qué España es una ruina? ¿Es que no lo sabe? ¿Qué habrán pensado esa pobre gente cuando han visto al hombre destinado a ilusionarles, repartirles una comida porque ya no les queda nada?», dice un digital en el que colaboramos con cierta asiduidad. Y hemos de confesar que tiene razón. Toda la razón.

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