Los sindicatos de clase, adocenados y despreciados por los propios trabajadores, disparan con pólvora del Rey y derrochan a mano abierta con la aquiescencia del Gobierno.
Un Gobierno que es capaz de tener a ciudadanos parados sin cobrar hasta seis y siete meses; un Gobierno que aprueba subvenciones que luego anula, cuando comprueba que no hay más montante económico; un Gobierno capaz del ‘papeles para todos’ y a los pocos meses paga a los inmigrantes por que se marchen del país; un Gobierno que cultiva el silencio administrativo y el desprecio al ciudadano; un Gobierno que regatea los gastos farmacéuticos a las comunidades más necesitadas; un Gobierno que descuida la educación e introduce la política como alternativa; un Gobierno que penaliza al honrado y gratifica al sinvergüenza…. Mejor no seguir enumerando. Pagamos nosotros.